Los noticiarios y los periódicos están a rebosar de casos de corrupción, y de delincuentes que han saqueado las arcas públicas de muy diversas maneras aprovechando sus cargos institucionales. Pero lo peor de todo es que a su alrededor hay un número mayor de personas que no saben no contestan y que desconocen completamente lo ocurrido, de forma que nadie asume una sola responsabilidad.
Es obvio que este sistema en el que las responsabilidades políticas por cuestiones de corrupción desaparecen en cuanto cualquier cargo es imputado, y mucho más condenado, es no solo injusto sino que fomenta la perpetuación institucional de este régimen corrupto.
Esto ha de cambiar, y por eso desde estas modestas líneas quería lanzar una propuesta para acabar de manera sencilla con este pernicioso esquema.
Creo que con solo dos medidas valientes se acabaría con muchos de los casos de corrupción que padecemos en la actualidad:
1ª- Crear un Tribunal Especial que juzgase casos de corrupción pública. Con el único objetivo de acelerar todo lo posible la administración de Justicia en estos casos, e impedir que estos juicios se eternicen. Además se deberían reducir al máximo las posibilidades de recurso a las sentencias a este Tribunal
2ª- La más importante, me parece además muy simple: El superior inmediato de cualquier condenado por este Tribunal en las administraciones públicas sería inmediatamente inhabilitado durante 10, 15 o 20 años para ejercer cargo público. Se trata de establecer la responsabilidad política de manera automática, que por supuesto no tiene nada que ver con la culpabilidad o responsabilidad penal del condenado. La única excepción, obviamente, sería que el propio superior hubiese sido el autor de la denuncia.
Ejemplo de organigrama en un Ministerio, perfectamente aplicable a la hora de establecer responsabilidades en casos de corrupción
Es evidente que se debería establecer una cadena de responsabilidades en las instituciones, partidos, sindicatos y patronales para que la medida fuese aplicada automáticamente. Pero con ella, creo que se podría lograr un control efectivo y eficaz desde dentro de las instituciones, por parte de los propios representantes públicos, pues se jugarían el cargo si algún subordinado es cazado en un caso de corrupción y ellos no se hubiesen percatado....