Recientemente creo haber comprendido uno de los mecanismos más eficaces, que los poderosos manejan a la perfección, para manipular nuestras reacciones ante las agresiones que recibimos diariamente en esta crisis que estamos padeciendo.
Esta semana se ha lanzado un peculiar globo sonda en la Comunidad Valenciana. Se ha dicho que a los profesores se les iba a obligar a tomar sus vacaciones exclusivamente durante el mes de agosto. Y se les darán una serie de tareas poco especificadas durante el mes de julio.
La reacción natural e inmediata de muchos se puede resumir en una frase: "¡Qué se jodan!. Estos (.....) tienen 3 meses de vacaiones. ¡Qué trabajen como todo el mundo!".
Una posibilidad es que manden a los profesores a dar clases a países del Tercer Mundo (quieran o no; eso es lo de menos)
El objetivo de quienes emiten el globo sonda está conseguido. Han logrado dividirnos de nuevo, y por tanto están más cerca de su victoria, que no deja de ser la cancelación de los derechos sociales y laborales de los que disfrutamos y que dificultan que su cuenta de beneficios se dispare todavía más.
El mecanismo de acción es tan sencillo que resulta eficazmente grotesco, pues apela a nuestros más bajos instintos. Y lo que se logra es la división de esfuerzos de los trabajadores. Resulta muy sencillo caer en la trampa de la crítica tópica, y asumir alegremente sus argumentaciones que enfrentan a porciones cada vez más significativas de la gran mayoría social.
Por ello, creo que debemos evitar caer en la trampa de este pernicioso argumento. Y ante una agresión a un colectivo, la reacción no ha de ser de comprensión hacia el agresor y pensar que si a otros colectivos se les aprietan las clavijas; nosotros podemos evitarlo agachando la cabeza e intentando pasar desapercibidos. Por un lado, estaremos gravemente equivocados, pues la experiencia nos demuestra claramente que cuando se afeitan las barbas de un colectivo, a los siguientes de la lista se pretende depilarles hasta las axilas; Y por otro, que cuanto más dividida y más enfrentada esté la sociedad, más fáciles y eficaces resultan sus medidas de recorte y agresión.
Un vez más, no queda más remedio que recordar, y sobre todo aplicarnos la cita de John Donne: "Ningún hombre es una isla entera por si mismo; cada hombre es una pieza del continente, una parte del todo. Si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia. Ninguna persona es una isla; la muerte de cualquiera me afecta, porque me encuentro unido a toda la humanidad; por eso, nunca preguntes por quién doblan las campanas; doblan por ti"...
http://www.elmundo.es/elmundo/2012/03/16/valencia/1331921192.html
http://odiseaazul.blogspot.com.es/2012/02/los-principios-cuanticos-la-maxima-o.html
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