La crisis económica actual ha arrasado demasiadas cosas en occidente. Y una de las que más puede tardar en corregirse han sido las ideologías.
Parece como si las ideas o los ideales ya no sirviesen para defendernos de las amenazas que nos lanzan desde los anónimos y misteriosos mercados que han logrado controlar una gran parte de nuestras actividades y preocupaciones diarias.
Aquí nadie parece aclararse.....
La muestra más evidente de esto que comento son los bandazos electorales que se están produciendo en la mayor parte de países occidentales.
El último ejemplo se ha vivido en Francia, con la victoria en el Senado de los socialdemócratas, una circunstancia que no se producía desde hace unos 50 años. Esta circunstancia podría ser el anticipo de la derrota electoral del propio Sarkozy en las generales de dentro de unos meses.
Pero este tipo de cosas no son exclusivas del país al norte de los Pirineos. Algo similar está sucediendo en Alemania, donde el partido democristíano de la canciller Merkel y sus alíados liberales han recibido varios revolcones electorales en las últimas citas con las urnas de su país, que también parecen predecir un cambio en el Gobierno Federal, con una victoria de los socialdemócratas.
Nada más comenzar la crisis, en Gran Bretaña los laboristas fueron barridos por los conservadores de Cameron, y al año las encuestas ya daban al Primer Ministro como perdedor de unas eventuales elecciones anticipadas.
El caso de Berlusconi en Italia aúna otros factores, pero parece que también es firme candidato a abandonar el poder en las próximas elecciones.
Y por no hablar de los gobiernos que han salido en Grecia, Portugal e Irlanda con estrepitosas derrotas electorales; Para que poco tiempo después los vencedores sean ampliamente repudiados por sus votantes.
Por eso en España, el cambio de gobierno que se prevé para el 20 de Noviembre no debe hacernos albergar la más mínima esperanza de resolución de los problemas que nos acechan. Sé que es triste pero los antecedentes en todos los países europeos así lo demuestran.....
Ese cambio de gobierno es una consecuencia lógica del fracaso de los gobiernos occidentales en respuesta a la crisis financiera; sin embargo parece muy evidente que la dirección del golpe propinado no es la correcta.