Hace unos días un amigo me contaba lo que le había pasado en su empresa, y ello me ha hecho reflexionar y tener mucho más claro en que consiste la actual crisis.
El caso es sencillo, en su pequeña empresa de 10 empleados, el dueño les ha obligado (legalmente no se dice así), a trabajar gratis los sábados por la mañana, alegando los malos tiempos de crisis que estamos viviendo.
Es decir, el mensaje transmitido es: Si no vienes a currar los sábados por el morro, te echo, que ahora es más barato y tengo al día siguiente a 100 tíos en la puerta pidiéndome ese trabajo.
Evidentemente a mi amigo no le ha quedado otra....
Niños mineros en el Siglo XIX....¿Veremos estas imágenes en la Europa del siglo XXI?....Tiempo al tiempo
Independientemente de las múltiples interpretaciones que una anécdota como esta tiene, y que seguro que al lector no se le escapan; hay una especialmente grave y que me gustaría desarrollar más detenidamente.
Antes de nada, recalcar que no creo que esta anécdota que ilustra mi hipótesis sea un suceso aislado, ya que si miramos a nuestro alrededor, más bien resulta la norma habitual en la mayoría de trabajos por cuenta ajena actualmente.
El problema es que si seguimos las tesis económicas neoliberales actuales, lo único que conseguimos es dar las llaves del gallinero al zorro. Me explico. Según esta corriente ideológica (la única considerada en la actualidad en la mayoría de foros de poder), hemos de asumir que las propias empresas, o el propio capitalismo (ente mucho más abstracto), tienen capacidad de auto-regulación, porque la ausencia de la misma conduce inequivocamente al desastre. Y a pesar de lo que dice la CEOE, que cuando hablan parece que las empresas de este país son ONGs, las empresas se han demostrado absolutamente incapaces de regular el mercado financiero y mucho menos el laboral. Constantemente nos cuentan que si las empresas logran grandes beneficios, es bueno para la sociedad porque ese dinero se reinvierte, se generan puestos de trabajo y se mejora el consumo, y mejoran los balances de las empresas, y se generan más puestos de trabajo, y......¡UNA MIERDA!.
La realidad nos enseña que la inmensa mayoría de empresarios de nuestro país y aledaños son incapaces de mirar más allá de sus narices, y que la única medida que se les ocurre tomar cuando preteden mejorar su balance de cuentas, es la reducción de gastos en personal. Estas mejoras en los balances de cuentas casi siempre en las grandes compañías vienen obligadas por las presiones de los accionistas que sin mover una mano pretenden obtener rentabilidades próximas al 30% anual, y el resto de cosas les da igual. Luego las empresas pequeñas imitan este tipo de comportamientos y asumen la norma de que cuanto menos trabajdores tengan en nómina más beneficios van a obtener,a unque sea a costa de esclavizar a los pocos que conservan su puesto de trabajo.
Junta de accionistas de una Gran Compañía: Todos esos tíos que están en los asientos esperan tener una rentabilidad disparatada de su inversión, les da igual a qué precio social y humano....Y si no, se llevan su dinero a otra parte, porque resulta tan duro ganarse la vida trabajando.....
Y claro, luego estamos a la cola de Europa en productividad y a la cabeza en horas trabajadas por persona. Nuestros empresarios no son tales. En la gran mayoría de ocasiones son patronos. Parece como si el principal enemigo de las ganacias de una empresa fuese su plantilla de trabajdores....Y no es así.
Hay alternativas: Un trabajador contento es un trabajador rentable. Y mientras nuestros empresarios no sepan ver esta realidad, todo irá mal. Volviendo al ejemplo inicial, ¿qué harías tú en la situación de mi amigo?...Pues lo que casi todo el mundo, en cuanto el jefe no me mira, paso de todo....De este modo, dedico muchas horas al trabajo pero soy muy poco productivo, porque al fin y al cabo ¿de que me sirve dejarme los cuernos por este negocio?.
Ejemplos de esto hay cientos, por ejemplo cuando se despiden los trabajadores con más experiencia porque han logrado llegar a tener sueldos elevados, para contratar y sustituirlos por novatos que cobran mucho menos, pero que no tienen ni idea del trabajo a desarrollar. Este es el cortoplacismo de nuestras empresas y el principal motivo por el que no podemos las llaves del gallinero a los empresarios.
Pero esto no acaba aquí, precisamente ayer saltaba a la Prensa una noticia espeluznante, aunque sin duda no es la primera vez que esto sucede, ni por desgracia será la última. El Banco británico HSBC (el más grande de las islas) anunció un incremento en sus beneficios del 36%, a la vez que hacía pública su decisión de despedir a más de 30.000 empleados. No creo que pueda hacer ningún comentario original a semejante disparate ya que no es posible tener más de una lectura ante una situación tan asombrosamente disparatada. En abril ya comentamos en estas mismas líneas una situación muy parecida en Telefonica.
Tan solo creo que finalmente hemos de pensar en un aspecto de todo esto para darnos cuenta del disparate que estamos generando con este maldito neoliberalismo: El mundo que van a heredar nuestros hijos va a ser peor que el que heredamos nosotros, porque van a tener que trabajar mucho más para ganar mucho menos, a menos que formen parte de esa pequeña élite de afortunados multimillonarios que toman las decisiones del planeta.
http://elprofesorcabreado.wordpress.com/2011/02/20/esclavos/
http://www.publico.es/dinero/389632/hsbc-aumenta-su-beneficio-un-36-y-despedira-a-30-000-empleados
http://ideasenredadas.zonalibre.org/archives/2011/04/ya-han-perdido-el-miedo.html
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