Ya han perdido el miedo y la vergüenza. Se sienten impunes, y probablemente estén en lo cierto.
La noticia de que Telefonica ha anunciado bonus multimillonarios para sus altos directivos el día después de comunicar que pueden despedir a un 20% de su plantilla así lo demuestra.
Ante semejante barbaridad no voy a perder ni un solo instante en criticar semejante barbaridad, aunque si que me gustaría comentar un par de aspectos que creo interesantes.
Por un lado, este tipo de noticias deja al descubierto la hipocresía de los partidos mayoritarios. Por un lado el PSOE, que cuando está en la oposición se define como socialdemócrata, pero cuando está en el gobierno aplica políticas de lo más neoliberal. De modo que en un caso como este, se inhiben y defienden que es una actuación puramente empresarial en la que no pueden inmiscuirse, justificando uno de los axiomas de las tesis económicas neoliberales: Los beneficios de la ausencia de control público sobre las compañías privadas. De hecho, Rubalcaba se ha limitado a asegurar "no estamos de acuerdo".
Zapatero, Rubalcaba y Alierta. Vaya trío
La hipocresía del PP en cualquier caso no es menor. Su crítica hacia esta barrabasada de la compañía de César Alierta ha sido echar la culpa al Gobierno, afirmando que éste debería hacer lo que ellos defienden que no se haga: Intervenir en las decisiones de las empresas privadas. Puro neoliberalismo. Pura demagogia.
La segunda cuestión importante que me sugiere este lamentable anuncio es ¿qué podemos hacer los ciudadanos para defendernos de este tipo de abusos?. Probablemente poco ¿o no?.
Lo primero es concienciarnos de las mentiras que nos cuentan. Una de las más graves es que las privatizaciones suponen un beneficio para la sociedad. El caso de Telefonica es paradigmático. Pero si miramos nuestras facturas de teléfono aún nos damos cuenta de otra derivada importante: la competencia ni mejora ni abarata los servicios.
Los gobiernos populares primero y ahora los socialistas han convencido a mucha gente de que las privatizaciones de empresas públicas es imprescindible. Y en cierto modo tienen razón si atendemos exclusivamente al beneficio de unos pocos privilegiados.
Este trío privatizó muchas de las mejores empresas públicas. Curiosamente Zaplana ocupa un alto cargo en Telefonica, Aznar en Endesa y Acebes en caja Madrid, entre otros
Una vez concienciados del problema, las soluciones pueden ser más sencillas. Y entre las posibles, creo que estos días estamos conociendo un modelo francamente interesante: El islandés.
Pero para aplicar ese modelo en España son al menos necesarias un par de cosas: Un liderazgo independiente capaz de aglutinar diversas sensibilidades y con poder para crear corrientes de opinión alternativas....Hoy por hoy, en nuestro país no se me ocurre quien o que institución puede ocupar ese lugar. Pero eso no debe desanimarnos en su búsqueda; Y por otro lado, una sociedad libre de la anestesia que nos impone el borreguismo dominante. Sé que esto también es difícil, pero nos jugamos tanto en la partida, que se hace imprescindible que empecemos a jugarla cuanto antes.
Si no lo hacemos, tan solo nos queda una cosa: asumir como buenas las políticas como las de Telefonica y rogar a quien se nos ocurra para que no seamos nosotros quienes por esta vez no estemos incluidos en ese 20% de despedidos.
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