El anuncio que ayer hizo el aún Presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero del adelanto electoral para el 20 de Noviembre, tiene muchas y variadas lecturas, que con más fundamento y precisión que yo hacen los periodistas, tertulíanos y demás generadores de opinión pública.
Pero no quería dejar pasar la ocasión de aportar mi granito de arena. Y es que aunque resulte obvio, no es un tema que habitualmente se destaque: El haber anunciado con tanta antelación el adelanto electoral nos abre a la mayoría de ciudadanos una época, de casi cuatro meses duración, insoportable. Durante los cuatro próximos meses vamos a estar inmersos en una campaña electoral que puede terminar por empalagarnos a todos.
¡Toma ya!....elige....¿en función de que?, del que tiene mejor sonrisa, del que tiene más pelo....¿de qué?....¿Sirve esto para algo?
Y digo esto, porque ya sabemos de que van a ir las cosas, especialmente en los dos grandes partidos. Para empezar los contenidos de las propuestas electorales serán como casi siempre hábilmente evitadas y camufladas entre atractivas presentaciones. Resulta más o menos fácil anticipar cuáles van a ser sus discursos y estrategias, y salvo sorpresas sabemos cuales van a ser los resultados. Por tanto ¿para que torturarnos con una campaña electoral otra vez?, ¿por qué gastar tanto dinero en mítines, carteles, anuncios y demás mercadotecnia electoral?.
La respuesta es evidente, para nuestros partidos políticos resulta imprescindible hacerse relevantes y por tanto que sean considerados como necesarios. Ese es precisamente uno de nuestros grandes problemas, que la mayoría de ciudadanos caemos incautamente en esta trampa.
Pero bueno, mi propuesta sería que las elecciones tuviesen lugar el primer sábado de septiembre y obligar a todos los políticos a unas vacaciones forzosas en agosto. ¡Cuánto dinero, y cuántos malos ratos nos ahorraríamos los sufridos ciudadanos!.
¡Hala, hala!....Todos los políticos a la playa
Pero soy realista, y como sé que esto no va a suceder, me gustaría terminar con una advertencia: Las personas (en este caso votantes) toleran mal dos cosas, a saber, la prepotencia y el triunfalismo. Ambos factores están hoy muy presentes en la Prensa de derechas, tal y como muestran las portadas de ABC y La Razón. Y no es infrecuente que estos dos aspectos provoquen justo el efecto contrario a la euforia que pretenden desatar.
Un viejo refrán dice que no se debe vender la piel del oso antes de cazarlo, aunque la captura sea tan evidente y previsible
Tan solo Mariano Rajoy puede perder estas elecciones, ¿será capaz?.
No lo creo, aunque cosas más raras se han visto.
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