Puede que sea porque la crisis económica reduce nuestras defensas, o porque el incremento de las cifras de parados aumenta nuestra desesperación, o porque el cociente intelectual de la población es directamente proporcional al IBEX 35, pero el caso es que parece que en estos meses es más fácil engañar al personal, y conducir al rebaño por sendas intransitables.
Pero hay una mentira que por encima de todas, impregna todos los argumentos que rodean a las posibles soluciones de esta crisis, y que conviene destapar y eliminar de cualquier planteamiento. No será fácil, porque el enemigo es poderoso, y así lo demuestra. Desde cualquier noticiario, del medio de comunicación que sea, nos venden que la prosperidad de las empresas (especialmente si son multinacionales) y bancos es el camino para la recuperación económica. De ellos será, digo yo, porque de los ciudadanos de a pie es otro cantar.....
En estos azarosos días que vivimos, con eso de la flexibilización del mercado laboral, espantoso eufemismo, se escucha con frecuencia a numerosos representantes de la patronal argumentar que el beneficio de sus empresas es la mejor manera para salir de la crisis, reducir el paro, y crear un mundo feliz. Ya.....Si es que parecen representantes de ONGs que se dedicaran a repartir benefactores sueldos a los humanos que se cruzan en su camino.
Es como cuando hace unos meses nos vendieron la moto de que era imprescindible rescatar financieramente a la banca y que si no se hacía así, occidente se hundiría. Nos lo creímos y arrimamos el hombro en forma de disparatadas inyecciones de capital público en las entidades finacieras. Y ahora ¿qué?. Pues que su efecto beneficioso ya se ha disipado, y papá banquero quiere más hjjos a los que devorar....Y yo me pregunto, ya que era necesario dar tanta pasta a los bancos para que fluyese el crédito y todas esas zarandajas ¿No hubiese sido más fácil y eficaz que los propios estados hubiesen administrado esos dineros sin los intermediarios bancarios para que de ese modo el dinero llegase a la economía productiva?. De este modo, nos hemos quedado sin dinero público, ahora el gran problema de occidente es el déficit público. Los estados se han endeudado, y no hemos obtenido ninguna mejora en la vida de las personas. Antes bien, justo al contrario, empeoran nuestras condiciones laborales, se reducen los sueldos, se congelan las pensiones, se reduce la inversión pública......Es decir se frena el principal motor del desarrollo económico del planeta: EL CONSUMO. Eso si, los banqueros tan contentos, solo hay que ver sus balances y los obscenos beneficios que presentan a sus accionistas.
Otro aspecto para nada colateral de esta gran mentira que cubre nuestras discusiones económicas es alimentada contínua e interesadamente por los empresarios. Y hay que desenmascararlos. Nos dicen que los beneficios de sus empresas se transmiten de forma proporcional a sus trabajadores y que gracias a ellos generan empleos y beneficios para la sociedad.....¡Y una mierda!. La realidad, en la mayor parte de circunstancias, es la misma: Los beneficios del empresario, o mejor dicho del patrón (que son ideas muy diferentes) parecen depender exclusivamente de lo que pagan a sus empleados, es decir, cuanto más exprimido se tenga al trabajador, mejor. Y se aplican muy esmeradamente a esta tarea: Obligando a sus trabajadores a realizar jornadas laborales disparatadamente prolongadas, mientras reducen todo lo que pueden lo que les pagan y los posibles beneficios que les ofrecen.
Finalmente se llega a una situación verdaderamente lamentable, y hay unos datos que avalan mi teoría, y es que España es uno de los países con la productividad más baja a la vez que nuestras jornadas laborales están entre las más largas de nuestro entorno. Yo creo que la explicación no es que los trabajadores españoles sean inherentemente peores que los de otros países. Antes bien, creo que con los medios adecuados y las circunstancias propicias podemos superar fácilmente a los de cualquier otro país. Entonces ¿cuál es nuestro problema?. Yo creo que la grave desmotivación en el trabajo.
Es sencillo: un trabajador puteado (perdón por la expresión, pero creo que es muy gráfica) no es rentable ni productivo. Un trabajador contento y estimulado es un trabajador rentable y productivo. A mi este aforismo me parece de una lógica tan aplastante que soy absolutamente incapaz de comprender cómo demonios la inmensa mayoría de empresas no se lo aplican. Y para mantener a un trabajador contento y estimulado, en muchas ocasiones es suficiente con una palmada en la espalda, un pequeño gesto que puede ser incluso económico...yo que sé hay tantas posibiliddes. Ese trabajador multiplicará hacia su empresa lo recibido. Esta es una norma general, y como en todos los casos, hay excepciones...y son precisamente a estas excepciones, es decir personas mal agradecidas, a las que se agarran la gran mayoría de empresas para justificar el mal trato colectivo que dan a sus propios trabajadores, convirtiendo así al conjunto de sus plantillas en sospechosos habituales, e iniciando el pernicioso círculo vicioso de desconfianza, puteo, escaqueo ( o cosas peores), aumento de presión, más escaqueo, más desconfianza........O dicho de otro modo, el principal activo de una empresa son sus trabajadores, y aquí parece que constituyen su pasivo más gravoso.
Y recuerda una frase genial del maestro Jorge Martínez (Ilegales):
"Das la mano al banquero...
cuéntate los dedos"