Hace unos años tuve la oportunidad de conocer en persona, de manera muy superficial, las calamidades de la guerra. Para mi fue una experiencia tremenda y muy intensa. Aunque lo peor, sin duda, ocurrió cuando regresé a mi acomodada vida occidental. Durante un par de semanas un terrible sentimiento de extrañeza me dominó, todo lo que me rodeaba carecía de importancia, nuestros problemas eran auténticas banalidades; pues no lograba evitar la comparación con los dramas que había llegado a atisbar. Pero la vida continuó y logré superar ese sentimiento.
Recientemente, aunque de manera mucho menos intensa, he vuelto a sentir algo parecido. Me ha sucedido cuando veía, leía y escuchaba los noticiarios con lo que acontecía en Tordesillas alrededor del toro de la Vega. Obviamente considero eso como una aberración y me parece excelente que la gente se movilice frente a este tipo de cosas. Probablemente se logre de este modo algo que parece muy sencillo, y es que el gobierno prohíba barbaridades neolíticas como esta.
Ahora bien, mi sentimiento de extrañeza ante la banalidad de lo que me rodea es causado por el inmovilismo que padecemos a nuestro alrededor frente a cuestiones que verdaderamente son importantes.
Hoy sin ir más lejos se ha publicado que el mes de julio de 2015 ha sido el julio más caluroso en la historia desde que se tienen registros, tanto a nivel nacional como mundial. La causa es sin duda el calentamiento global producto de la absurda política energético-consumista impulsada irresponsable e insensatamente desde las estúpidas ideologías neoliberales. La consecuencia del calentamiento global es evidente: la desaparición de la vida en el planeta tierra tal y como la conocemos en la actualidad. Parece un problema de envergadura tal, que reduce a la categoría de anécdota cualquier otra cuestión que nos pudiera llegar a preocupar.
Es más, vemos a nuestro alrededor como esos adalides del neoliberalismo parecen empeñados en empeorar las cosas, ejemplos los hay a cientos. Pero por señalar un par de ellos, podríamos, por su actualidad, recordar como una multinacional como Volkswagen ha trucado sus coches para ocultar las verdaderas cifras de emisión de CO2. No se trata de un timo con consecuencias meramente económicas para una empresa, se trata de un atentado contra la vida del planeta que vamos a dejar en herencia a nuestros hijos, y muy posiblemente no sea la empresa alemana la única que ha cometido semejante atrocidad....
Y mientras tanto, la prensa también anuncia hoy que nuestro irresponsable gobierno español estudia medidas para cargar de impuestos a quienes instalen baterías Tesla en sus domicilios, las cuales facilitan la autonomía energética de nuestros domicilios, que es una de las medidas más eficaces contra la emisión disparatada de CO2 a la atmósfera. Y esto se enmarca en el seno de una política energética tan irresponsable como interesada en la que se impide el desarrollo e implantación de energías renovables con impuestos y otras medidas, mientras que se favorece el empleo de energías contaminantes que tan solo producen beneficios a corto plazo a un número muy limitado de grandes empresas y de políticos que atraviesan impunemente todo tipo de puertas giratorias.
El panorama es terriblemente desalentador, mientras que observamos de manera insensata e ingenua como nuestro planeta, el único del que disponemos para vivir, se calienta inexorablemente (deseo que de manera reversible, aunque esto empieza a ser dudoso en la actualidad) nuestros irresponsables gobernantes se empeñan en adoptar medidas que empeoran la situación.
....Y aquí no pasa nada... Si mañana hubiese una manifestación contra el calentamiento global irían el del micrófono y el que sujeta la pancarta....
Y mientras, nosotros preocupados y manifestándonos contra el toro de la Vega, que insisto, es una causa loable, pero que no deja de ser una anécdota microscópica frente a los problemas de verdad que nos asolan.
La única posibilidad que tenemos de cambiar las cosas con la rapidez que la emergencia del calentamiento global impone es una concienciación y movilización social generalizada que en la actualidad brilla por su ausencia. Nuestros esfuerzos como sociedad se escapan por el sumidero de las banalidades. Parece que en nuestra acomodada situación occidental, yo el primero, esperamos a que nuestros gobernantes nos resuelvan la papeleta, eso hace que minimicemos y obviemos el drama que tenemos encima, y por eso nos dedicamos a cuestiones poco importantes.
A veces me imagino a los altos directivos de las multinacionales de la energía partiéndose de risa en sus lujosos yates cuando nos ven a los pequeños ciudadanos dar palos de ciego y ocupar nuestro tiempo en las cosas en las que lo ocupamos. Probablemente ellos disponen de los medios para sobrevivir al colapso del planeta, o eso al menos parecen sospechar. Nosotros no....
http://www.elmundo.es/ciencia/2015/08/20/55d5f42622601d57128b4596.html
http://economia.elpais.com/economia/2015/09/22/actualidad/1442917192_752977.html
http://www.lavoz.com.ar/negocios/como-truco-volkswagen-los-datos-de-emisiones-de-sus-motores-diesel
http://www.20minutos.es/noticia/2483909/0/tesla-impuesto/industria-penalizara-autoconsumo/electricidad-baterias/
Leave a comment