June 2013 Archives
Del mismo modo que las multinacionales tabaqueras disponen en nómina de supuestos expertos "científicos" capaces de asegurar que la relación entre fumar y el cáncer de pulmón no está clara, sucede con los inmensos grupos de poder finaciero en el mundo. Su ausencia de vergüenza tan solo está a la altura de sus inemnsas cuentas corrientes.
Recientemente hemos visto como el FMI, máximo exponente de ese poder finaciero, ha reconocido un error de cálculo en las medidas de rescate económico de Grecia. Han venido a decir que dicho rescate, junto a las medidas de austeridad impuestas no han producido los resultados esperados. ¿Por quién eran esperados?: Por esos expertos economistas al servicio del poder que pronosticaron que el rescate y la austeridad reducirían el déficit público y que por tanto mejoraría la economía y el resto de variables. Evidentemente no ha sido así.
En respuesta a este ataque de "sinceridad" a lo Perogrullo, han salido a la palestra algunos responsables políticos, como el inefable Joaquín Almunia, a la sazón "Comisario Europeo de Competencia", para decir que estas decisiones que el tiempo ha demostrado erróneas, han sido recomendadas por "los expertos", y que además no había otras opciones posibles. Se trata, sin duda, de una manera burda y ruin de echar balones fuera y culpar al empedrado, cuando no de mentir descaradamente.
Hay un aspecto que la inmensa de políticos europeos olvida de manera interesada: Muchos economistas y numerosos expertos advirtieron del desastroso resultado de las políticas de austeridad que se estaban impulsando desde la Unión Europea. Nadie les hizo caso desde los puestos de responsabilidad.
Por tanto, culpables son todos estos expertos que asesoraron a los políticos sobre las estrategias macroeconómicas a seguir, porque habiendo opiniones contrarias que el tiempo ha demostrado como verdaderas, han demostrado su ineptitud. Seguro que cobran como si sus predicciones hubiesen sido acertadas.
También son culpables los políticos que han tomado decisiones en función de unos informes de unos asesores que han elegido ellos mismos. Habiéndo expertos que vaticinaban el desastre, los responsables públicos optan por elegir a los equivocados. También son responsables por ineptitud.
Sin embargo, aquí nadie dimite, ni los políticos que tomaron las decisiones equivocadas, ni los expertos que confundieron sus predicciones, antes bien, la situación roza el esperpento cuando proponen como solución a sus medidas erróneas, insistir en las mismas.
Tan solo se me ocurre una explicación a un despropósito tan colosal: Los políticos están del bando de los beneficiados por esta crisis, esa minoría en la élite y cúspide del poder financiero que está logrando amasar grandes fortunas y cuotas de poder gracias al empobrecimiento de toda la sociedad. Ellos son tan solo una de las herramientas que los verdaderos poderosos emplean para incrementar sus beneficios, y a fe que lo están logrando.
Cada vez tengo más claro que la ciudadanía somos estúpidos al tolerar este tipo de cosas.
http://www.elmundo.es/elmundo/2013/06/06/economia/1370494067.html