De nuevo parece que va a llover sopa y en España nos van a pillar con el tenedor en una mano y el cuchillo en la otra.
En Europa, y especialmente en los países que constituyen las locomotoras económicas de la Unión (Francia, Alemania y Reino Unido), da la impresión de que se está produciendo un cambio de tendencia significativa. Las derrotas de Sarkozy en las presidenciales francesas, del partido de Angela Merckel en los comicios regionales de Renania del Norte-Westfalia, y de los conservadores británicos en las últimas municipales así parecen atestiguarlo.
Los electores franceses, alemanes y británicos parecen haber dado la espalda a los partidos conservadores. Y como consecuencia del agotamiento, por ineficacia, de las políticas más neoliberales parecen intentar un nuevo camino con discursos más cercanos a la socialdemocracia. Los próximos meses nos dirán si estos cambios son profundos o tan solo suponen un lavado de cara, y las victorias socialistas acaban convirtiéndose de nuevo en vanas promesas electorales de cambio y retornos a las calamitosas políticas neoliberales que nos están lanzando al abismo de la destrucción europea.
Es de suponer que estas victorias de los discursos más socialdemócratas deberían hacer reflexionar a los líderes europeos sobre el camino que deben seguir las reformas económicas que se están poniendo en marcha en Europa. En este sentido, resulta especialmente significativo el desmarque de Francois Hollande del discurso oficial profundamente neoliberal del eje franco aleman que dirige los destinos de la Unión Europea. Los votantes de estos países parecen estar comunicando a sus gobernantes de la necesidad de un cambio de rumbo en las grandes líneas de las políticas económicas europeas. Creo que quedarse en que estos cambios obedecen tan solo al efecto directo de la crisis y al castigo que sufren todos los gobiernos durante época de crisis es demasiado superficial. Es como si la población estuviese exigiendo una nueva ruta.
Por desgracia parece que este volverá a ser el lugar en el que viajemos en los próximos años por Europa
Y mientras el Gobierno español enrocado en sus políticas acobardadas de recortes y más recortes, que tan solo llevan a la necesidad automática de nuevos recortes más severos en un por ahora interminable y macabro círculo vicioso. Tan solo un dato para avalar la estupidez de la política económica española: En el primer trimestre de 2012, Hacienda ha recaudado 9000 millones de euros menos de los que tenía previstos, a pesar de la subida de impuestos. La ecuación es de Educación Primaria: A menos personas pagando impuestos, menos recaudación. Y nadie en el Gobierno parece darse cuenta de una obviedad de esta envergadura porque ellos siguen a lo suyo, podadora en mano.
Es por esta miopía ante la situación general, la que me hace sospechar que nadie va a percatarse de cambios más sutiles en Europa. Es decir, que ese nuevo rumbo que parecen establecer los votantes europeos alejándose de las políticas neoliberales será pasado por alto en nuestra vieja España, como tantas veces ha sucedido en nuestra Historia. Nadie resolverá la miopía de este gobierno y cuando queramos resolver las cosas será demasiado tarde y nos volveremos a encaramar al lamentable vagón de cola de la historia....
http://www.elmundo.es/elmundo/2012/05/14/internacional/1336998515.html
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