Mucho se ha escrito y opinado acerca de la condena del juez Garzón por el asunto de las escuchas a los acusados de la trama Gürtel, pero hay un aspecto que me parece el más importante. Y es que el resultado final de todo esto es completamente impresentable se tome por donde se tome.
No debería ser posible que una investigación por corrupción de esta envergadura termine con el juez de patitas en la calle y con los acusados en sus casas, y puede que sin llegar a ser juzgados... Es decir, que lo importante de todo esto no es tanto lo que le va a suceder a Baltasar Garzón, sino lo que nos va a suceder a los ciudadanos a partir de ahora. Porque nos quedamos mucho más desprotegidos frente a los delincuentes que se van a saber impunes.
La reacción más grave a todo esto la ha marcado ya el abogado que se querelló contra Garzón, Ignacio Pelaez, solicitando la anulación del caso entero; es decir, se destapan los verdaderos motivos que impulsaron todo este cúmulo de despropósitos.
No debemos olvidar quienes son los malos de esta mala película
No debemos confundir la polémica trayectoria del juez Garzón con lo acontecido en el Tribunal Supremo estos días. Esa es la rama con la que pretenden ocultarnos el bosque, y el bosque es la trama de corrupción que ha salpicado a numerosas instituciones públicas. Es decir, que hay gente muy importante acusada de llenarse los bolsillos con dinero público. En mi pueblo lo llaman robar. Y encima con la que está cayendo, la acusación es doblemente grave.
Hay que reconocer la gran habilidad de los abogados defensores que han llegado a montar todo esta pantomima que ha acabado con el juez acusador como primera víctima legal. Para ello, han empleado un argumento que me parece poco defendible, en cuanto que han acusado al juez por realizar unas escuchas telefónicas autorizadas por otro juez y sin objeciones por el fiscal, nada más y nada menos que de prevaricación. Probablemente este disparate habría caído en terreno yermo de no ser porque quien estaba involucrado era el juez Garzón, con multitud de enemigos entre sus colegas de profesión, tal y como se ha demostrado en la sentencia.
No puedo quitarme de la cabeza que se trata de la venganza de los mediocres y resentidos, no soy capaz de encontrar otra explicación. Vamos un ajuste de cuentas en toda regla.
Garzón junto con sus amiguitos del alma del Tribunal Supremo
Pero claro, todo esto trae una consecuencia especialmente grave y que hunde nuestro sistema de justicia en las catacumbas del caciquismo más negro de la historia.
¿Quién se va a atrever ahora a rozar los límites de la legalidad para investigar un crimen?. Evidentemente nadie porque se corre el riesgo de ser eliminado. Por eso afirmaba al principio que hoy era un mal día para dejar de delinquir. La impunidad ha vencido, y los delitos parecen ser más rentables que nunca.
Me imagino al sucesor de Garzón en la Audiencia Nacional intentando dar un carpetazo lo más rápido posible a todos los asuntos que se le van a quedar encima de la mesa por lo que pudiera sucederle. Terrible.
Me imagino la satisfacción de todos aquellos procesados por Garzón a lo largo de su carrera judicial, y me tiemblan las piernas.
Sin duda, esta es la consecuencia inmediata y más grave de todo este turbio asunto.
Por otro lado está la impresentable imagen que estamos dejando en el mundo civilizado como nación. Como han titulado algunos periódicos internacionales: el juez español defensor de los derechos humanos condenado por investigar una trama de corrupción en su propio país. Es simplemente inexplicable. Luego nos quejamos de que los franceses se meten con nosotros.
Pero aún hay otra interesante derivada que no me gustaría dejar de comentar, y es el camino que va a seguir ahora el asunto de la condena de Garzón. El plan parecía tan bien diseñado que le ha dejado las manos atadas en cuanto a su defensa en forma de recurso, a diferencia de lo que ocurre con los acusados por corrupción, que siempre parecen tener otro tribunal al que apelar las decisiones condenatorias.
Sin embargo al parecer aún hay dos posibilidades de recurso, aunque ninguna de ellas supone la suspensión de la condena: El tribunal Constitucional, y el Tribunal de derechos Humanos de Estrasburgo. Ambos supuestos son evidentemente distintos.
Por un lado, la vía del Tribunal Constitucional parece ofrecer escasas posibilidades de éxito para Garzón. No entraré en cuestiones técnicas que desconozco, pero no parece que tras la modificación de la composición de dicho Tribunal por el gobierno Popular, otorgando una mayoría de miembros al sector más conservador de la judicatura, se vaya a modificar una coma de la sentencia emitida por el Supremo. Y todo esto después de que hayan transcurrido dos o tres años de espera.
Algo similar ha sucedido tras el juicio por los trajes de Camps y Costa, y la bochornosa retirada del fiscal en el recurso a dicho juicio, convenientemente precedida de un cambio político en la Fiscalía General del Estado, motivo por el que tan solo parece que el PSOE va a continuar con el mismo.
La toma de posesión del nuevo Fiscal General del Estado Eduardo Torres-Dulce el 30 de Enero de 2012.
Posteriormente la Fiscalía anticorrupción anuncia que no recurrirá la sentencia de los trajes de Camps y Costa.........................
Y por otro lado, está lo de llevar el caso a Europa. Aquí las cosas cambian, y las proporciones también.
Recordemos que Baltasar Garzón es asesor del Tribunal Internacional de la Haya, y parece lógico pensar que allí tenga algunos amigos, casi seguro que más que en España. Y aunque el caso es técnicamente complejo de orientar hacia el Tribunal de Estrasburgo, pongámonos en la situación, nada inverosímil creo, de que dentro de unos años , dicho Tribunal anula las sentencias condenatorias emitidas por el Supremo español y la probable confirmación del Constitucional.
Probablemente no tendría ninguna consecuencia práctica, y a nadie en este país se le caería la cara de vergüenza, eso seguro. Pero una humillación de ese calibre tendría unos efectos difíciles de ponderar a fecha de hoy cuando menos.
El Tribunal Penal de la Haya....Aquí quizá haya algún apoyo
Y aún queda la sentencia por lo de los crímenes del franquismo....Y lo de los dineros cobrados en Estados Unidos....vamos a tener Garzón hasta en la sopa. Y eso reduce el espacio destinado a la crítica por ejemplo a la reforma laboral.....
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