Se repite la historia. Grecia debe abordar de nuevo el final de otro plazo para devolver sus deudas, no tienen dinero y deben pedir un nuevo crédito. Es otra vuelta más de la bola de nieve que se está generando.
Entonces Europa con el ambiguo argumento de salvar al euro para que Grecia no lo abandone, se ofrece a proporcionar ese crédito, o a hacer una quita de la deuda (espantoso término que se emplea para expresar el perdón de la misma); y a cambio exigen nuevos sacrificios para los ya sacrificados griegos.
Si esta vez vuelven a pasar por el aro (todo parece indicar que así será), dentro de tres meses (o seis, es igual) estaremos en la misma situación.
Las ruinas griegas ya no son exclusivamente históricas
Esta vez parece que el sablazo va a ser severo.: Reducción del salario mínimo en un 20-25%, reducción de las pensiones en un 20%, despido de 15.000 funcionarios, privatización de las empresas públicas, abolición de convenios colectivos, etc, etc, etc.
Y a mi que estas medidas me suenan....Serán cosas mías
Evidentemente los griegos se han echado a la calle para protestar. Una nueva huelga general. ¿Y qué?. Pues nada, a los que toman las decisiones hace ya tiempo que la opinión de los ciudadanos les importa un pimiento.
Porque el avance de esta crisis está demostrando que con sacrificios y recortes a los de siempre lo único que se consigue es empeorar las cosas: Los despidos y las reducciones de salarios tan solo conducen a incrementar el paro y a congelar el crecimiento económico en un estúpido y pernicioso círculo vicioso.
La opinión de toda esta gente es sistemáticamente obviada
Y aquí en España, ¿qué está sucediendo?. Pues esencialmente lo mismo, aunque uno o dos peldaños por detrás, pero el camino está aparentemente muy bien trazado. La tan cacareada austeridad tan solo se aplica a los salarios y en los despidos, lo cual conduce infaliblemente a aumentar el paro y a impedir el necesario consumo interno como motor del crecimiento económico.
¡Qué perversidad!. Hay mucha gente que ha sido convencida de que despedir trabajadores y abaratar el despido puede reducir el paro. ¿En qué mundo vivimos para que haya mucha gente convencida de semejante disparate?
Una vez más se confirma que una mentira (en este caso muy interesada) repetida docenas de veces acaba pareciendo a una verdad.
Y ¿qué podemos hacer los ciudadanos de a pie?.
Para empezar, denunciar la situación. Si no comprendemos el problema, difícil será que podamos aportar una solución razonable.
Y después debemos librarnos de los que nos han conducido a esta lamentable situación actual. Afortunadamente aún tenemos las urnas a nuestra disposición cada 4 años. Debemos aprender a usar nuestras armas de forma eficaz y valiente.
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