Un jurado popular ha decidido que Camps y Costa no son culpables de cohecho (soborno) en el caso de los trajes. Es decir, unos "aficionados" en temas judiciales toman una decisión que un porcentaje significativo de humanos somos incapaces de comprender. Por cierto, y por muy increíble que parezca, lo del apellido "popular" del jurado no tiene nada que ver con su afiliación política (creo que no está de más aclararlo)
Es decir, y siguiendo con el símil futbolístico, es como si un grupo de ajedrecistas se hubiesen reunido y hubiesen llegado a la conclusión de que el pisotón de Pepe fue, como afirmaba el pisoteador, involuntario.
Y ahora los del PP, empezando por el propio Mariano Rajoy, que olvidando su cargo como Presidente del Gobierno de los españoles, se han dedicado a sacar pecho y presumir de la "inocencia" de su camarada.
Muy seguros han de estar los de la Calle Génova para exponerse de un modo tan evidente a la posibilidad de que el caso se tuerza judicialmente para Camps y Costa. Y sinceramente, esa seguridad me asusta bastante. Es como si tuviesen una baraja bajo la manga
Supongo que la sentencia es jurídicamente impecable. Pero su resultado me parece un insulto a la inteligencia, especialmente si tenemos en cuenta lo que hemos escuchado estos últimos días: esas grabaciones llenas de buen gusto y estilo refinado, esas amistades de conveniencia adecuadamente aderezadas, esos negocios basados en el amiguimismo más apestoso, esas relaciones incestuosas entre el poder político y el económico....Todo muy poco ejemplarizante.
Y aún así, no son culpables. Y muchos se apresuran a defender la integridad de estos dos personajes. Esto es demasiado difícil de digerir porque atenta contra la lógica más elemental, aunque la legalidad se haya transformado en una rueda de molino gigante. Necesitaremos grandes cantidades de sal de frutas.....
Pero aún hay algo más grave en todo este asunto. Y es que al parecer nadie ha comprendido la trascendencia de actuaciones judiciales como esta con la que está cayendo.
Es decir, los mismos que se felicitan por la no culpabilidad de Camps y Costa, a continuación nos exigen sacrificios a la ciudadanía para contener el déficit público. Esto ya suena a cachondeo, y a que debemos proporcionar y pagar la cama, los condones y la vaselina....
Esta situación cabrea al personal y con razón. Veremos por donde salen los disparos, aunque mucho me temo que como casi siempre, irán destinados al pianista.
Another brick in the wall
Por desgracia, una vez más se confirma una triste realidad: La justicia es como una tela de araña: Los mosquitos se quedan atrapados en ella; mientras que los elefantes la atraviesan sin dificultad
Leave a comment