Efectivamente, ha sido ganar las elecciones, ser nombrado Presidente del Gobierno y Mariano Rajoy ha desaparecido de todos los ámbitos públicos. Diversas hipótesis han sido elaboradas, pero yo creo que tan solo una es posible.
Igual que a Zapatero se le criticó, en muchas ocasiones con razón, de sus continuos bandazos y rectificaciones; ¿qué habría que hacer con Don Mariano tras sus primeras decisiones al frente del Gobierno?.
En la campaña electoral se hartó de repetir de todas las maneras posibles que subir los impuestos era un grave error, un gran irresponsabilidad, una bárbara injusticia, y muchas más cosas. Ahora ha tardado apenas un par de semanas en subir los impuestos.
Rajoy logró engañar en la campaña electoral a varios millones de españoles, aunque este resultado era más que previsible, por eso en muchas ocasiones pienso que muchos de los votantes del PP se dejaron engañar conscientemente, lo cual me parece doblemente grave.
Pues bien, ante un engaño de semejante envergadura, lo único que se me ocurre es que al Señor Rajoy se le haya caído la cara de vergüenza. Incluso alguien con la caradura de los mejores políticos actuales ha de tener un límite.
Y por eso no aparece en público, porque está a la espera de un donante con un rostro similar al suyo en cuanto a aspecto y a consistencia. Y eso no debe ser fácil.
Aparecer ante el electorado con un rostro descarnado y desfigurado no puede ser sencillo y entiendo que el Presidente haya eliminado totalmente sus apariciones públicas.
Ver al Presidente del Gobierno de esta guisa en una rueda de prensa no es de recibo. Por tanto esperaremos pacientemente a que don Mariano reciba su trasplante
Y sinceramente, en mi cabeza no entran otras opciones, porque ante tamaña rectificación, y con un Presidente que no sale en los medios públicos ni para dar los buenos días, no se me ocurre ninguna otra explicación.
No nos queda más remedio que esperar a que la operación tenga lugar en poco tiempo para que volvamos a disfrutar de la presencia de Don Mariano Rajoy en los medios de comunicación, y explicándonos a los ciudadanos sus rectificaciones.
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