Ríos de tinta han corrido tras el desliz de la presidenta de la Comunidad de Madrid, que creía estar al abrigo de la discreción de los micrófonos cerrados.... y no era así.
Yo quisiera colaborar un poco a modo de modesto afluente (cibernético en este caso) a ese caudaloso río del que hablaba antes.
"Hijoputa" es una de las palabras con más matices de nuestro idioma. Me recuerda mucho a una presentación que circuló hace tiempo por Internet acerca de la gran variedad de significados que tiene la palabra "cojones". Efectivamente, sus matices, en ocasiones sutiles, dependen de aspectos como el tono con el que se dice, el énfasis sobre sus sílabas, la inclusión o no de la palabra "de", o del "prefijo" "que", etc. No voy a hacer una disección sobre todos los aspectos lingüísticos del citado término, que supongo son harto conocidos.
Lo que más me ha llamado la atención del "hijoputa" de Aguirre es su naturalidad, parece como si simplemente fuera una definición burocrática de alguien. No hace ninguna acentuación sobre ninguna de sus sílabas, podría haber sustituido el término por un adjetivo como rubio, alto, feo o cualquier otro atributo neutro de una persona. Eso es lo preocupante, la ausencia de un carácter extraordinario al definir a un compañero de partido como "el hijoputa", es como si tras los micrófonos y en los círculos más próximos se tratase habitualmente a ese "desconocido" con semejante apelativo. Por ejemplo "¿Has visto que traje tan espantoso llevaba hoy el hijoputa?". Insisto, es ese carácer cotidiano el que me parece más destacable de las palabras de la Presidenta.
Y todo esto viniendo de alguien con el carácter e imagen de Esperanza Aguirre, que no me voy a detener en definir, llama mucho la atención y desvela algunos rasgos desconocidos de su carácter: como son los de pendenciera, y barriobajera. Sin duda incompatibles con la posición social de alguien de su abolengo.
Al parecer en todos lados cuecen habas, incluso en las cocinas más nobles del PP, donde parecía que solo se cocían bogavantes y angulas.
Por último, gran alivio han debido notar en las filas de Izquierda Unida, ya que en la consideración de la Presidenta de la Comunidad de Madrid están por encima del rango de "hijoputa". No parece mucho, pero viniendo de Esperanza Aguirre, puede ser considerado como un elogio. No he escuchado voces críticas de la Coalición protestando sobre esto, pero bueno, ya sabemos lo que sucede en Telemadrid.
Por mi parte, no sé muy bien a que palo atenerme, quizá personalmente me tranquilizaría más que semejante personaje me considerase inferior incluso a ese rango.
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