No sé si seré el único que se hace esta pregunta cuando analizo situaciones cotidianas. Recuerdo que estamos hablando de una tasa cercana al 20%. Es decir de uno de cada cinco trabajadores.
Evidentemente, no tenemos ningún argumento "positivo" que niegue esta cifra. Pero si que vemos numerosas situaciones que parecen contradecirla. Enunciaré unas cuantas.
La primera y más que evidente es la pregunta de por qué demonios, con estas cifras de paro, no hemos vivido varias huelgas generales, continuas movilizaciones sociales, y todos esos follones callejeros que acompañan cifras tan dramáticas como la que nos ocupa. Tan solo tenemos que recordar nuestra historia más reciente para recordar movilizaciones multitudinarias y violentas ante cuestiones aparentemente nimias, cuando son comparadas con la ausencia de capacidad para sustentar a tu familia. Tales convocatorias tuvieron signos muy diferentes, y no por ello pretendo deslegitimarlas, pero si compararlas con el supuesto drama actual, recordamos las manifestaciones contra la guerra de Irak, contra el terrorismo tras el asesinato de Miguel Ángel Blanco, incluso las patrocinadas por la conferencia episcopal contra el matrimonio homosexual. También podemos recordar grandes movilizaciones sociales como las diversas huelgas generales que padecieron los gobiernos de González o Aznar, al menos en mi opinión estaban mucho menos justificadas que una huelga general provocada por el brutal aumento de paro que hemos padecido en nuestro país en los últimos 18 meses.
Segundo, y quizá más sutil, pero más llamativo para los que somos ciudadanos de a pie. En la calle no se ven signos dramáticos de la terrible situación del paro en este país. Me explico. Supongo que si estás en el paro y con pocas posibilidades de conseguir un nuevo empleo, tu presupuesto doméstico se ajusta y evita gastos innecesarios. Si acudes a un centro comercial cualquier fin de semana, la apariencia parece contradecir este axioma que parece tan lógico: Menos ingresos, menos gastos. Los cines llenos, los restaurantes hasta arriba, colas en los cajeros del Zara, precios sostenidos (si se mantienen es porque se mantiene la demanda), y así infinidad de situaciones cotidianas que parecen contradecir las cifras oficiales. No me gusta poner ejemplos personales, pero este fin de semana estuve en un concierto: 15€ la entrada y 5€ la cerveza. La sala llena y casi todo el mundo consumía algo; el sábado fui al teatro: 25€ la entrada y ni una sola butaca vacía. Hay algo que no termino de comprender.
Tercero, parece lógico pensar que los inmigrantes son la población más susceptible a perder su empleo. En el caso de que un inmigrante pierda su empleo, parece también lógico que si cobra un subsidio de desempleo, decida volver a su país de origen porque esa miseria en este país se transforma en una fortuna en el suyo. Pero tampoco estamos viviendo un éxodo masivo de inmigrantes a sus países de origen.
La respuesta a toda esta situación creo que viene dada por las cifras que se han publicado esta semana y que sitúan la economía sumergida en un 23% del PIB. Sin ningún dato objetivo que lo demuestre, creo que se han quedado incluso cortos. Esto es muy nuestro, muy hispano. Nuestro empresarios, que ahora más que nunca se convierten en feroces patronos se han aprovechado de la coyuntura para echar gente a la calle, y que sigan trabajando por menos dinero, cobrando el paro, pero sin cotizar a Hacienda.... Y todos tan contentos. Aquí no pasa nada.
Incluso tomando estas cifras por buenas, significan que uno de cada 4 euros que circulan en nuestro país no pasan por Hacienda. Probablemente esa pregunta tan inocente del fontanero "¿le hago factura?" no lo sea tanto. Ni esa empresa para la que trabajan varios jornaleros sin contrato sean tan beneficiosos como el dueño quiere hacernos creer.
En fin, que no pretendo negar que las cosas están chungas, y mucho, pero la picaresca nacional hace que las cifras oficiales parezcan muy artefactuadas, al menos esa es mi opinión.
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