Normal que a los de Izquierda Unida les vaya tan mal electoralmente. Hacen todo al revés. Ya sabes, por el mismo motivo por el que cientos de millones de moscas no pueden estar equivocadas; por tanto: "Come mierda".
Me explico. Ante las negociaciones puestas en marcha para lograr un "pacto anticrisis" del que ya he hablado en anteriores ocasiones, los partidos políticos se han lanzado a una carrera por ocupar espacios de opinión, por capitalizar titulares de prensa, por descalificar la actitud de los oponentes, por resaltar lo importante de que todos "arrimemos el hombro", etc, etc, etc. Y claro, estos de IU a contra corriente, no se les ocurre otra cosa que presentar 100 medidas contra la crisis. Son incorregibles. ¿Para qué demonios servirán esas medidas cuando hay cosas tan importantes como los rendimientos electorales en juego?. Así les va luego cuando la ejemplar ciudadanía de este país decanta su voto.
Probablemente una gran mayoría de esas medidas sean insensatas y descabelladas...para muchos. Y ahí está precisamente el quid de la cuestión. Voy a intentar explicarme lo más claramente que sepa. Si un político en nuestro descabellado mundo lanza una propuesta concreta, se arriesga a que haya gente en contra y que por tanto en las siguientes elecciones no le vote. Por este sencillo y evidente motivo, nuestros políticos prefieren navegar siempre en los mares del Perogrullo. Así no arriesgan. Ejemplos de esto, a miles en estos tormentosos tiempos: A cuantos políticos hemos escuchado que para salir de la crisis hay que reducir el paro, activar la economía, reducir el déficit, aumentar las exportaciones, mejorar la competitividad, y así un largo etcétera de evidencias indiscutibles. El truco es nítido, pero nadie parece dispuesto a desenmascararlo en nuestra anestesiada sociedad occidental. Es más, al que saca los pies del tiesto de la penosa evidencia se le castiga duramente en las elecciones. Sin embargo se premia con escaños y cargos a los que no se escapan de la "corrección social" y cuyos discursos resultan indiscutibles.
Y digo yo, ¿quién tiene la culpa de esta bochornosa situación?. El político que se pliega a las exigencias del guión y opta por lanzar mensajes indiscutibles y carentes de profundidad; o los ciudadanos que exigen ser alimentados con ese tipo de pienso en el pesebre de la mediocridad.
Tanto monta, monta tanto....
Pero volvamos al problema del principio para ilustrar un poco más aún mi tesis. Supongamos que entre esas 100 medidas propuestas por los de IU para salir de la crisis, la número 87 dijese: "Todos los trabajadores en paro deberán visitar al menos una vez al mes el Santuario de Lourdes para rezar por su pronta contratación". Evidentemente es un disparate desde el punto de vista práctico, pero al menos es algo concreto, y discutible. Supongo que algo así tendría muchos detractores, por ejemplo entre los ateos,agnósticos y seguidores de otras confesiones, pero también entre muchos católicos que verían como una burla a sus sagradas creencias semejante propuesta. Sin duda alguna no faltaría una minoría de iluminados a favor de la medida (de todo hay en la viña del señor). Por contra desde el resto de los partidos continuarían con sus perogrulladas del tipo "hay que reformar el mercado laboral, aumentar la productividad, e incrementar las contrataciones". Sin duda alguna todo ello está fenomenal y nadie puede estar en desacuerdo con todos estos principios. Pero en el fondo están vacíos, no significan nada.
Ambas posiciones me parecen criticables, la primera por su error. Pero la segunda sin duda alguna es más peligrosa por su efecto anestésico sobre nuestra sociedad dormida. El error de la primera es discutible y argumentable, es ahí donde radica su virtud y su perversión. Debería ser obligación de nuestros políticos proponer soluciones a nuestros problemas, y no darnos palmaditas en la espalda, pero también debería ser responsabilidad de los ciudadanos exigir a sus políticos medidas concretas, razonamientos, y propuestas. Pero no, las cosas no funcionan así en nuestro país, y así nos luce el pelo. Tampoco seamos estúpidos, en el resto de occidente las cosas no son distintas.
Pero la única implicación de esta situación no es el problema que he intentado desarrollar anteriormente, hay otra cuestión de grave transcendencia. El silencio de los medios de comunicación. Cierto es que IU no es la fuerza política más representativa de nuestro parlamento, pero de ahí al silencio administrativo al que se ven sometidos hay un abismo. Apenas he encontrado un par de breves reseñas a las 100 medidas que va a proponer Cayo Lara para el pacto contra la crisis. No he visto, ni oído, ni leído en los medios de comunicación nada acerca del fondo de esas medidas. Directamente han sido ninguneadas, al fin y al cabo vienen de esos comunistas insensatos, y seguro que pretenden instaurar una dictadura estalinista. Si no es por estos motivos, prefiero no imaginar cuales han sido las verdaderas razones para su silenciamiento. Igual que antes imaginábamos una insensatez, puede que alguna de esas propuestas, sea verdaderamente útil y aceptable por la mayoría de los ciudadanos. Sencillamente nos quedaremos sin conocerla, mientras nos hartarán con discursos vacíos de los Blanco, Arenas, etc de turno que lo único que serán capaces de hacer es soltar por sus bocas perogrulladas e insultos al contrario. Mientras aparecen en esos espantosos mítines rodeados por entusiastas y apalaudidores jovencitos carentes de cualquier sentido crítico (muchos de ellos haciendo méritos para ascender en las viciadas maquinarias de los partidos políticos).
Para terminar, no sé en que consisten las medidas propuestas por IU en el pacto (aunque no soy tan ingenuo como para no imaginar en que sentido van), por ello no puedo ni criticarlas ni mostrarme a favor. Pero lo que si que sé con seguridad es la ausencia de propuestas desde las alternativas. Como conclusión, diré que creo que los ciudadanos deberíamos exigir a nuestros políticos que fueran a esas reuniones al pacto contra la crisis con al menos 100 propuestas cada uno y que las discutieran.
Ya sé que es mucho imaginar, pero si uno no es ambicioso en sus utopías....
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