Ayer, nuestro Presidente del gobierno, Don Mariano Rajoy Brei compareció ante la prensa en una curiosa ceremonia de autoexaltación.
Personalmente, creo que más habría valido que lo hubiese hecho desde su televisor de plasma porque al menos la insustancialidad de su mensaje habría provocado no pocos chistes en Internet.
Aparte del ya tradicional y arraigado mensaje del "España va bien" en nuevas y prodigiosas variantes, creo que la rueda de prensa dejó dos mensajes destacables que hoy me gustaría comentar.
El primero, cuando en el colmo de la autocomplacencia, se atrevió a definir, sin ruborizarse ni nada, que la economía española había entrado en un "círculo virtuoso". Creo que fue uno de los momentos más sinceros del Presidente, porque, claro, para él y para los miembros de su partido, todos tan neoliberales, este tipo de círculos no tienen nada que ver con lo que la inmensa mayoría de ciudadanos entendemos como mejora de la economía.
Sin duda, para ellos un círculo virtuoso económico es aquella situación en la que los beneficios de la Banca y de las grandes empresas del Ibex35 están disparados (como hemos conocido precisamente esta semana) mientras los salarios cada día son más bajos, el trabajo más precario, y la brecha entre ricos y pobres más amplia. En dos palabras, el paraíso neoliberal. De ser este el concepto de "círculo virtuoso" al que se refería el ciudadano Rajoy, es cierto que el Gobierno del PP lo está bordando.
Tan solo, deseo que este tipo de cosas sean tenidas en cuenta por los ciudadanos que en las próximas elecciones depositarán su voto en las urnas.
En segundo lugar, creo que entendí mal a lo que se refería el Presidente, o que él se expresó inadecuadamente, cuando haciendo referencia a los innumerables casos de corrupción de su partido vino a decir que el pasado, pasado está y que lo importante es el futuro.
Porque la alternativa de comprender lo que parece que estaba diciendo es uno de los peores atentados al Estado de Derecho que se han podido cometer en nuestra historia. Es decir, un Presidente del Gobierno diciendo que los gravísimos delitos de corrupción que se están investigando en la actualidad, y que en algunos casos le salpican de manera más o menos directa, no son importantes....que lo importante es que no se vuelvan a repetir. Pelillos a la mar. Para hacernos cargo de semejante barbaridad, imaginemos que un etarra dijese algo parecido sobre los atentados de ETA en el pasado....
Los presuntos delitos de corrupción que se han cometido en el pasado de nuestro país han de ser minuciosamente investigados, y los culpables severamente castigados de manera ejemplarizante. O ¿es que acaso el Presidente del Gobierno está sugiriendo que se haga otra cosa?; o, lo que sería aún más grave ¿tiene algún miedo sobre lo que esas investigaciones pudieran deparar?.
Y para terminar, no quisiera dejar de comentar un aspecto verdaderamente bochornoso y silenciado sistemáticamente en los medios de comunicación como no podía ser de otro modo: El lamentable nivel de las preguntas que se le realizaron al Presidente. Todas eran preguntas benévolas, ni una sola réplica a los topicazos de Don Mariano, ni una sola muestra de beligerancia, ni una sola pregunta convenientemente documentada. Todo ese conjunto de periodistas apesebrados que se limitaron a hacer las preguntas que el guión les tenía marcado conforman un lamentable panorama informativo que nos deja absolutamente indefensos a los ciudadanos.
Cada pregunta que se le hizo al Presidente tenía una respuesta fácilmente anticipable y eso generaba un diálogo de sordos de imposible digestión para alguien con un mínimo sentido crítico de la realidad.
Supongo que en esto tiene mucho que ver el reparto de credenciales y subvenciones...
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