Desde la más remota prehistoria, nada parece haber cambiado en la Península Ibérica. Goya lo reflejó mejor que nadie en su terrible cuadro "Duelo a Garrotazos". Hoy seguimos en las mismas, hundidos en ningún sitio hasta las rodillas y resolviendo nuestros problemas a golpes....
En estos días, tenemos un ejemplo paradigmático de este ancestral enfrentamiento: Unos se han enroscado la boina; otros se han enroscado la barretina y ahí andan, hundidos hasta las rodillas en su propia inmundicia de corrupción y dándose garrotazos a diestro y siniestro.
Entre nuestra mediocre clase política no existe el más mínimo interés por resolver el problema de Cataluña bajo unos criterios de beneficio común ni de convivencia. Tan solo buscan el beneficio propio, ocultar sus miserias detrás de un estúpido enfrentamiento, y distraer al personal de lo verdaderamente importante. Lo grave, es que lo están consiguiendo, gracias a que dialogan, no ya a garrotazos; sino a coces.
Por un lado, en Cataluña, los de Convergencia aprovechan la polvareda para ocultar sus casos de corrupción y persiguen el ansia de poder a cualquier precio, pues personajes como Mas, aspiran a pasar a la historia como los padres de la patria catalana; en lugar de dedicar un mínimo esfuerzo al bienestar de sus conciudadanos. No ahorran esfuerzos, ni nada se les pone por medio, incluso afirman alegremente sentirse legitimados para saltarse cualquier legalidad cuando ellos consideren oportuno. Supongo que este tipo de argumentos no funcionarían en una hipotética Cataluña independiente gobernada por ellos mismos....
Y en el mismo bando ahora se sitúan los de Esquerra, en las antípodas ideológicas, pero compañeros de viaje por la conveniencia. Los de Oriol Junqueras parecen haberse llegado a creer las fábulas y mitos por ellos mismos inventadas, y han conseguido convertir la confrontación en su razón de ser. Lamentable, de verdad lamentable.
¿Dónde se oculta mejor la basura?....parece que debajo de las banderas...
Pero es que en el otro lado del cuadro Goyesco, la cosa no mejora lo más mínimo. El gobierno del Partido Popular ha demostrado su más absoluta insensibilidad con los catalanes. Pero lo grave, no es que los populares sean insensibles, que lo son y mucho; lo grave es que esta insensibilidad es interesada. La habitual respuesta del gobierno español a las reclamaciones catalanas con el único argumento de aplicar el código penal es una coz igual de violenta que la amenaza de saltarse la ley desde las instituciones. El objetivo de esto es indudablemente levantar polvareda para que Gurtels, desempleo, y recortes se oculten.
Y mientras, el PSOE, no sabe no contesta, incapaces de articular una sola idea congruente y atrapados en sus continuas contradicciones y peleas internas. Tampoco desde más a la izquierda llega ni una sola idea razonable, ni un plan de futuro, envueltos en ese complejo ideológico y falso que asocia nacionalismo con progresismo.
Cualquier bandera parece servir para ocultar la basura
El caso es que el enfrentamiento y el choque de trenes está servido. De él, tan solo se van a beneficiar unos pocos, los mismos que desde ambas locomotoras lo están patrocinando; mientras que los perjudicados vamos a ser muchos.
Y por cierto, ya que nadie parece hacer las cosas con un mínimo de sensatez y que el camino hacia el desastre parece estar ya trazado, ¿por qué a nadie se le ocurre promover una modificación en la Constitución que evite que el Ejército sea el garante de la Unidad Nacional?....Más que nada es por si Cataluña decreta su independencia unilateralmente (posibilidad nada descabella en la actualidad), y algún general del Ejército, aduciendo el mandato constitucional, decide cruzar con sus tanques el Ebro. En la actualidad tendría la legitimidad de la legislación vigente. Por supuesto no estoy intentando justificar una acción tan disparatada como esta; pero es que me preocupa mucho esta posibilidad...más de uno estaría loco por la música.
En fin, veremos que nos depara el futuro. Soy muy poco optimista por lo encanallada que está la situación; pero si todos fuésemos capaces de darnos cuenta de que son muchas más las cosas que unen a los catalanes con el resto de españoles, que las que nos separan.....pues probablemente pudiésemos empezar a deponer los garrotes y empezar a tomar unas cañas juntos antes de lanzarnos al disparate del enfrentamiento.
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