En estos días hemos visto como unos presuntos seguidores del Betis jaleaban con cánticos absolutamente impresentables los supuestos abusos machistas del delantero centro del equipo al que dicen amar.
¿Qué tipo de degradación humana provoca un acontecimiento de este nivel de repugnancia?. Es decir, un tipo ha sido denunciado por maltrato a su pareja, y un grupo de personas, no contentos con proclamar la presunción de inocencia del supuesto agresor, justifican y culpabilizan a la víctima de la agresión. Y lo hacen con el único argumento de que es el delantero centro de su equipo y que ellos apoyan incondicionalmente a su equipo.
Todo el mundo presuntamente civilizado se ha echado las manos a la cabeza y ha criticado con dureza (y razón) esta barbaridad...
Pero ¿qué diferencia hay entre los presuntos seguidores béticos que aplauden la violencia contra las mujeres, y los convencidos votantes del PP que van a votar a un partido en libertad bajo fianza de 245.000€ por ser partícipe a título lucrativo en una trama de corrupción generalizada?. Me temo, que en el fondo no hay ninguna.
La identificación incondicional que muchos individuos hacen con un colectivo es terriblemente patética. En ambos casos, el de los béticos, y el de los votantes del partido corrupto, las personas anteponen su sentimiento de pertenencia a un colectivo a cualquier alternativa de razonamiento. Es decir, los míos no pueden ser malos, y por eso los defiendo y justifico siempre, en cualquier circunstancia. La identificación con un colectivo supera y sobrepasa claramente la capacidad de razonamiento crítico, ¿por qué sucede esto?. Una de mis interpretaciones es la comodidad que supone para encontrar respuestas la adhesión inquebrantable a un colectivo, pues de ese modo el individuo tiene siempre claramente identificado quienes son los buenos y quienes los malos.
Las dudas incómodas desaparecen; pero el precio a pagar es muy elevado: La adhesión inquebrantable a unos colores.
Pero que nadie se confunda, que igual que he puesto el ejemplo más que obvio del PP, hay otros muchos en nuestra vida política...y nadie, ni los más nuevos en el patio de recreo están libres de culpa.
Pues todos los poderosos son conscientes del beneficio que obtienen de los incondicionales.....
http://deportes.elpais.com/deportes/2015/02/23/actualidad/1424704922_643093.html
http://www.elmundo.es/espana/2015/03/05/54f888deca4741600d8b457c.html
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