Acabo de regresar de un viaje a Estados Unidos, en concreto a San Francisco. Aparte del curioso fenómeno de que las alcantarillas echen humo como en las películas, lo que más me ha llamado la atención ha sido percatarme del modelo de sociedad al que nos estamos dirigiendo en Europa, y más concretamente en esta España nuestra que padecemos.
Este modelo de sociedad neoliberal que se está imponiendo en nuestro país nos está llevando a lo que desde hace años padece la enfermiza sociedad norteamericana: a un sistema de cuatro clases sociales: Los millonarios, una minoritaria clase alta acomodada y adinerada, una clase baja mayoritaria y los que no tienen nada. Y todo esto con un ascensor en la escala social prácticamente inutilizable.
Las dos clases elevadas mantienen sus privilegios controlando a los gobiernos y perpetuándose gracias a que el principal mecanismo de ascenso social, que es la Universidad, está prácticamente prohibido para las clases más bajas.
Por otro lado, la clase baja trabajadora ve como ha de dedicar ingentes esfuerzos en función de horas de trabajo, y privaciones para subsistir a duras penas en un ambiente en el que los derechos más básicos de salud, educación y coberturas sociales les están totalmente vedados.
Todo lo que el Estado en países como España se gastaba en estos conceptos está siendo progresivamente transferido de forma mayoritaria a la élite de los insaciables millonarios, y por tanto ya estamos padeciendo el fenómeno de que un trabajo honrado no da para vivir ni para cubrir las necesidades esenciales de las familias. Hoy por ejemplo se publicaba el dato de que un tercio de los trabajadores gana menos de 645€ al mes (Salario Mínimo Interprofesional)...y empeorando.
Si a esto le sumamos los recortes y copagos en prestaciones esenciales sanitarias, educativas y sociales, el panorama se convierte en auténticamente desolador: Millones de personas condenadas a trabajos en condiciones casi previas a las de la Revolución Industrial.....
Los comedores de patata de Van Gogh ¿de nuevo una imagen actual?
Pero, lo que más me ha llamado la atención de San Francisco ha sido sin duda la gente que vive en las calles (quizá haya que introducir un factor corrector climático y estacional). Multitud de personas de todas las edades y razas que piden, duermen y viven sin un techo. Auténticos desheredados del paraíso y sueño americanos. Legión de "fracasos" del sistema.
Son personas de inciertas biografías, frecuentemente con evidentes trastornos psiquiátricos (nunca se sabe si previos o posteriores), pero que comparten la invisibilidad y la ausencia de expectativas. Han caído en un pozo y nadie va a ayudarles a salir de ahí. La egoísta sociedad interpreta que si están allí es por méritos propios, ¡qué cómodo para las consciencias pensar así! y los transforma en seres invisibles, ni siquiera molestos, se puede saltar por encima de ellos mientras duermen en una acera. Todas las puertas para ellos están cerradas. Resulta muy llamativo, al pasear por las calles, ver que en muchas tiendas hay carteles reclamando puestos de trabajo de dependientes, mientras en las calles se amontonan personas que no pueden acceder a ellos simplemente porque su aspecto posiblemente les impida dicho acceso, pero también porque probablemente los miserables sueldos de esos empleos tampoco le permitan abandonar su pésima situación.
Las calles de San Francisco me ofrecieron una visión de España dentro de unos años que no quiero para mi país....aún estamos a tiempo de cambiar las cosas, pero tan solo si somos capaces de percatarnos del problema que tenemos encima....de lo contrario, puede que cuando queramos reaccionar sea demasiado tarde.....
http://www.elmundo.es/economia/2014/11/21/546e5c3dca4741a15b8b457d.html
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