Probablemente ahora más que nunca deberíamos tener claro cuales son las cosas importantes y cuales no. Por desgracia, la inmensa mayoría de los medios de comunicación, en manos muchos de ellos de poderosos grupos mediáticos, parecen empeñados en poner delante de nuestras narices grandes árboles que nos impidan ver el bosque. Cada vez tengo más claro que se trata de una táctica desinformativa premeditada. 
La táctica más habitual para mantenernos desinformados y ocupados es recurrir a la víscera, el ejemplo más claro ha sido el de la candidatura olímpica de Madrid 2020; pero hay muchos más, algunos muy obvios, como lo de actualizar la polémica con Gibraltar; y otros más sutiles a la par que contundentes como el fútbol, las crónicas rosas, o los concursos televisivos.
Al igual que los calamares expulsan su tinta para ocultarse, nuestros polítcos y hombres poderosos se ocultan de nuestras miradas con diversas pantallas que ocupan las portadas de los medios de comunicación
Todos estos asuntos ocupan gran parte de nuestras conversaciones y tertulias cotidianas en las barras de las cafeterías, en las sobremesas, con familiares, amigos y compañeros de trabajo. Todas ellas comparten un punto común, y es que apelan a nuestros sentimientos más básicos de patriotismo, y a nuestras vísceras más primarias. Caemos fácilmente en el engaño.
Además da la casualidad de que estos temas de distracción parecen tener una continuidad asombrosa, es decir, se van sucediendo en los titulares de los medios de comunicación a la par que las cuestiones importantes se alejan del foco informativo. Ayer todo el mundo sabía porque a Madrid no se le concedió la Organización de los Juegos Olímpicos de 2020, y todos intercambiábamos nuestros puntos de vista con mayor o menor vehemencia. Pero la semana pasada todos discutíamos sobre la españolidad de Gibraltar y el asunto de tirar bloques de cemento al mar. Probablemente esta semana todos nos lancemos irremediablemente a discutir sobre el disparate independentista catalán....y el fin de semana sobre el debut de Bale y la barbaridad de los 100 millones....y así sucesivamente.
Alguno de los bloques que nos han mantenido distraídos durante unas semanas
Y mientras, por ejemplo, está comenzando el curso escolar, con salvajes recortes de profesorado y medios en la enseñanza pública, mientras se conceden subvenciones a instituciones religiosas que discriminan a los niños en su educación en función de su sexo y de los recursos económicos de sus familias, o se impide que miles de universitarios puedan completar sus estudios porque carecen de medios.
Esto es lo que de verdad debería importarnos, y ser nuestro tema de conversación en las tertulias entre familiares, amigos y compañeros de trabajo, y por supuesto, es lo que debería ocupar las portadas de los medios de comunicación; apartando las cuestiones como Gibraltar, Madrid 2020, la independencia de Cataluña, el fútbol y la crónica rosa a las secciones de "otros".
¿Por qué no es así?. En primer lugar por nuestra desidia y nuestra ausencia de sentido crítico de las cosas; y en segundo lugar porque a los dueños de los medios de comunicación les interesa que así sea, pues son los grandes poderosos del país y del mundo (y por supuesto no me refiero a los periódicos), los principales beneficiados de mantener una sociedad desinformada y anestesiada.
Con la corrupción, sin embargo, se ha decidido seguir otra táctica desinformativa: La sobresaturación. Nadie se acuerda del asunto que se denunció ayer porque hoy se han descubierto otra media docena de escándalos
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