11 de Septiembre. Además del aniversario de la masacre de las Torres Gemelas, hoy se ha celebrado la Diada en Cataluña.
He visto las imágenes de los noticiarios, he escuchado algunas de las declaraciones de los políticos, y no consigo salir de una sensación mitad asombrado, mitad sobrecogido.
Para empezar, me parece asombroso, a la vez que un insulto a la inteligencia, que un montón de gente salga a la calle a reclamar la independencia de un territorio, en este caso Cataluña, cuando lo que deberían reclamar es un referéndum acerca de la cuestión.....No es este un matiz sin importancia. Creo yo, pues delimita una sutil línea que separa el autoritarismo de la democracia.
¿Cuál es el camino que se debe recorrer hacia una hipotética independencia?. Supongo que de un modo u otro, habrá que hacer una consulta a la población. Pues no creo que las estimaciones a ojo sobre los pensamientos de los catalanes sean un método válido.
¿Por qué los convocantes no exigen dicho referéndum?. ¿Acaso las últimas encuestas realizadas por la Generalitat en las que el 51% de los catalanes se mostraba partidario de la independencia tienen algo que ocultar?. Siempre he pensado que de ser verdad esa cifra, no me cabe en la cabeza como demonios los políticos catalanes no están llevando a la práctica dicho referéndum. Son ellos mismos los que no están representando correctamente a sus votantes.....
El problema es que esos datos no son ciertos.
Muchos políticos consideran que con estas banderas no hay suficientes en el mundo, y se dedican a diseñar otras nuevas. Muchos aceptan esta idea. A mi me sobran todas.
Y como decía al principio, también me he sentido sobrecogido. No pondré ejemplos, pero siempre que veo a una masa de gente exhibiendo masivamente trapos de colores que representan realidades nacionales, me tiemblan las piernas y me vienen a la cabeza algunos de los peores episodios que ha protagonizado la humanidad en su historia. Me dan igual los colores de los trapos.
Al final siempre es la misma historia: Un montón de políticos mediocres logran convencer a mucha gente de que su vida mejorará si se logra pintar otra raya en el mapa. En el otro lado hay gente a la que han convencido de lo malos que son esos tipos que quieren dibujar la maldita raya en el mapa....Y ya está el lío armado...
No aprendemos. El mejor análisis lo hizo el Roto, y creo haber ya puesto alguna vez esta brutal viñeta:
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