El ex portavoz del Gobierno Aznar ha sido condenado a indemnizar con 30.000 euros por calificar al doctor Montes en sendos programas de Televisión Española y Tele Cinco de "nazi".
Para los que no lo recuerden el Dr Montes fue el anestesista acusado de sedaciones ilegales en el Hospital de Leganés, tras lo cual fue inmediatamente destituido, a pesar de que los juicios que se celebraron con posterioridad no han demostrado ninguna práctica negligente ni irregular. La implicación política de la presidenta madrileña Esperanza Aguirre fue más que evidente.
Poca gente llegó a saber que tras las arbitrarias destituciones en la Unidad de cuidados Paliativos del Hospital de Leganés, buena parte de estos cuidados fueron externalizadas y encargadas a entidades particulares, más concretamente de una orientación religiosa que el avispado lector fácilmente adivinará.
Pero bueno, aparte de los evidentes tintes de escándalo del linchamiento público de los médicos del Hospital Severo Ochoa, esta sentencia, aparentemente coherente, lo cual no es poco en los azarosos días que vivimos; viene a abrir una interesante puerta. Y es que el límite de la libertad de expresión está marcado por el insulto gratuito. Y claro aquí es donde hay que poner puertas al campo.
Ejemplos múltiples: Las múltiples insinuaciones que desde las filas populares se están haciendo sobre el delirio de que Rubalcaba es un colaborador de ETA; o que cualquier cosa que suceda en estos días es producto de la paranoíca negociación del Gobierno con los etarras; o cuando Dolores de Cospedal denunció que la policía fabricaba pruebas falsas contra ellos; etcétera, etcétera, etcétera....Tampoco me quiero detener demasiado en estos disparates.
Esta señora, con este fondo: Uno puede esperarse cualquier cosa (y no buena precisamente)
Pero hay una cuestión importante que ilustra el caso del Doctor Montes, y es que el insulto gratuito e infundado no debe permanecer impune; de lo contrario estamos fomentando un deporte tan nacional como el del insulto fácil y el menosprecio a las pruebas que sustenten nuestras afirmaciones: El que más chille el exabrupto más grande es el que tiene razón....Triste camino en el que por desgracia los de la facción más ultra del PP han demostrado una especial pericia.
Y es aquí donde quería llegar, y aunque es evidente que hay excepciones, desde el gobierno se debería actuar con más contundencia frente a este tipo de acusaciones de brocha gorda sin pruebas. Para que los insultadores oficiales no cobijen la pobreza de su discurso en vociferadas infamias sin fundamento.
Pues ¡anda!, que de aquí.....(Mayor Oreja en el gato al agua de Intereconomía, por si alguien no lo conoce)
Porque muchas veces no sé como interpretar la tibieza con que se responden semejantes disparates, como asentimiento, o como extrañeza ante unas acusaciones tan burdas que rompen las elementales normas del juego.
Personalmente, me quedo con la segunda explicación, aunque en los tiempos que corren no pondría la mano en el fuego por nadie.
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/juez/archiva/caso/sedaciones/Leganes/elpepusoc/20070622elpepusoc_5/Tes
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