Lo que estos días está sucediendo en Libia constituye una serie de acontecimientos de numerosas aristas y opciones que dan pie a gran cantidad de interpretaciones y valoraciones.
Me siento incapaz de analizar detalladamente en un solo artículo cada una de estas aristas, por tanto intentaré repasar brevemente los aspectos más importantes que creo merecen un comentario
Para empezar, existe la discusión sobre si la Comunidad Internacional debe inmiscuirse en un problema nacional, en este caso libio. Mi respuesta se resume mejor con una pregunta, ¿acaso queremos un mundo que tolere que un ejército regular o de mercenarios ataque violentamente a una población civil?...
Además hay un aspecto que no debemos olvidar, y es que la respuesta violenta del régimen de Gadafi se produce como reacción a la movilización de muchos libios que exigen cambios democráticos siguiendo el modelo tunecino y egipcio. Este movimiento se circunscribe en uno de los acontecimientos probablemente más esperanzadores que pueden llegar a suceder en el siglo XXI, y es la transformación de las dictaduras árabes en regímenes democráticos (o algo que se le parezca).
Evidentemente occidente no puede abandonar a este movimiento a su suerte. Nuestra responsabilidad es apoyarlos, aunque sea por el egoismo de nuestras "naciones desarrolladas".
Estas personas merecen que occidente las defienda de los bombardeos de Gadafi
Otro aspecto muy importante es la hipocresía que gobierna la mayor parte de las políticas internacionales que rigen nuestro mundo global. Ya lo denunciaba hace unos días en estas mismas líneas. Pero eso no ha de ser obstáculo para que una conjunción de intereses produzca un resultado satisfactorio para buena parte de los implicados: Derrota militar del ejército libio, triunfo de la revuelta al estilo tunecino-egipcio, huida de los Gadafi de su país (con los bolsillos bien llenos), y por supuesto la salvaguarda de los negocios petrolíferos y gasísticos de las grandes corporaciones multinacionales.
En este sentido, lo que no se puede permitir la OTAN (o quien sea) es otra masacre al estilo de la de Srebrenica en Bosnia, o los masivos y eternos bombardeos de Sarajevo por el ejército serbio. Aquellas masacres se debieron en primer lugar a la locura asesina de sus responsables, sin duda alguna (al igual que el ejército de Gadafi hoy en día), y por otro, a la pasividad e inopoerancia de las naciones occidentales que eternizaron el drama de los inocentes civiles que fueron masacrados en aquellos largos años. Conviene repasar la historia y recordar como aquellas masacres acabaron con unos modestos bombardeos sobre los artilleros serbios. Creo que ese es el modelo que esté intentando aplicar la Comunidad Internacional en el caso libio.
En el debe de la Comunidad Internacional ya hay muchas muertes, como las de estos anónimos ataúdes de Srebrenica
En España mantenemos nuestras peculiaridades, y una de las más absurdas que nos ha inundado los medios de comunicación es la comparación imposible entre la intervención española en libia y la guerra de Irak. Son tantos los aspectos que diferencian a ambas situaciones, que me parece insultante recordarlas detalladamente: Armas de destrucción masiva, ausencia de mandato de la ONU, ausencia de acuerdo político, intensa oposición popular (de la gente me refiero, claro), la diferencia que existe entre invadir un país para derrocar un régimen y en establecer una zona de exclusión aérea; etc, etc etc
Sin embargo los que hace unos años decidieron tragarse las patrañas del régimen aznarí, ahora han intentado sacar pecho y digerir los sapos que hubieron de tragar por aquel entonces. Lo único que están demostrando es la mala digestión que tuvieron y que aún hoy en día sigue produciéndoles graves ardores de estómago. Cualquier editorial de los periódicos, radios y televisiones de derechas demuestran esto que digo. Pero como resumen de esto recomiendo la lectura del rabioso editorial de Antonio Burgos del ABC del 20/3 (dejo enlace abajo por si alguien necesita un buen emético).
Este tipo de reacciones no se han visto ni por asomo en estos días
En esta línea revanchista y evidentemente descolocada, debido al grave disloque intelectual que tuvo que ejercitar la derecha política de este país cuando la guerra de Irak, se ha situado el esperpéntico y esquizofrénico discurso de Rajoy hoy en el Parlamento. No me voy a detener en ningún aspecto concreto, sino simplemente en el tono general de la intervención del líder conservador: De nuevo aprovecha que el Pisuerga pasa por Valladolid para cargar duramente contra el Gobierno, en una actitud terriblemente irresponsable del tipo de que estas cosas no van con él y que su "no-oposición" (que es muy distinto que apoyo) se debe más bien a cuestiones formales que de fondo....Y este insensato e irresponsable probablemente nos va a gobernar en 2012....La que nos espera, porque esta repetida actitud de escurrir el bulto, con el poder en las manos solo puede hacer una cosa: acentuarse (si cabe).
Y por supuesto, mención especial requiere la intervención de Llamazares y su bufonada al desempolvar y mancillar aquel cartel de "No a la Guerra" que tantos enarbolamos hace unos años. Me parece injustificable e irresponsable argumentar que Irak y Libia son el mismo caso, por alguno de los motivos que destacaba arriba. Y me gustaría recordarle al dirigente izquierdista, que gracias a actitudes de este tipo murieron muchos civiles en Sarajevo mientras en la otra Europa discutíamos si se debía intervenir o no.
Y por último, me gustaría evocar una imagen que todos olvidamos cuando discutimos sobre estos temas. Y es el de esa familia de Misrata que esta noche se esconde en su mísera casa y cuyo futuro inmediato depende de que las fuerzas francesas, americanas o incluso españolas detengan el ataque sobre su casa por parte de las tropas pro-Gadafi. Seguro que a ellos les importa un pimiento todas estas cosas sobre las que he estado escribiendo anteriormente.....
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