Sin duda alguna la noticia política del comienzo del 2011 es la espantada de Álvarez Cascos del PP.
Los hechos son suficientemente conocidos y no aburriré a nadie con ellos. Una de las consecuencias más llamativas ha sido la generación de un palabro que ya he escuchado en diversos medios de comunicación y que requiere una adecuada y precisa definición. Dicho término es "casquista".
¡Qué bonito homenaje del PP al genial Berlanga, con esta recreación de Bienvenido Mr Marshall!
Pero, fuera de anécdotas, lo que me parece más importante de todo este asunto, es que ilustra claramente una idea que he desarrollado en numerosas ocasiones en este blog. Y es simplemente que a pesar de todo, la derecha y la izquierda no son lo mismo.
Es evidente la comparación con el tan criticado proceso de primarias que vivió el PSOE en su Federación Madrileña.
Las primarias tienen muchos defectos, por ejemplo exponer públicamente algunas miserias internas; pero comparten una virtud de la que ahora se va a beneficiar Tomás Gómez en las próximas autonómicas: Nadie va a discutir su candidatura porque su elección fue democrática y por tanto le otorga una legitimidad indiscutible.
En la acera contraria, el criterio es diferente. Como es lógico, Rajoy, un elegido a dedo, no podía traicionar este sistema. Y lo ha aplicado a rajatabla. Y como tantas cosas en la vida, tiene sus cosas buenas y malas. Bajo mi punto de vista las segundas superan ampliamente a las primeras.
Qué sugerente imagen....Cuántos bocadillos se me ocurren
No voy a exponer las diferentes consecuencias de cada uno de los dos métodos de elección de candidatos. Son tan obvias que es casi un insulto al lector su exposición.
Pero si que me gustaría destacar un aspecto importante. El PSOE y el PP no son lo mismo, como tanta gente afirma. Este tipo de hechos lo resaltan aún más. Bajo mi punto de vista siempre es preferible unas malas primarias antes que un buen dedazo. Pero de cara a las próximas elecciones, creo que hay una serie de reflexiones que todos deberíamos hacer antes de decidir nuestro voto:
1ª: Y probablemente más importante. Pienso que a fecha de hoy, si el PP hubiese estado gobernando los últimos 7 años, las cifras del paro no se habrían modificado lo más mínimo con respecto a las actuales. Al fin y al cabo, en materia económica el PSOE y el PP aplican las mismas medidas económicas neoliberales
2º: De haber gobernado los populares a fecha de hoy, las parejas homosexuales no tendrían reconocidos sus derechos, mantendríamos una absurda regulación del aborto, que permitía interrumpir el embarazo en cualquier momento de la gestación, probablemente no tendríamos la ley de dependencia, los servicios públicos esenciales como sanidad y educación estarían mucho más deteriorados porque se les habría asfixiado económicamente....etc, etc etc.
La pregunta clave es: ¿Estas diferencias justifican votar PSOE?, o alientan más la abstención del voto de izquierda, que es la gran aliada del PP. O una tercera vía, que a mi me parece la más acertada: Buscar alternativas....Pronto prometo profundizar más en este camino......
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