Dice un refrán de muy heterogénea aplicación que en tiempo de guerra, todo agujero es trinchera. Y eso mismo deben pensar en el PP desde hace poco más de seis años. Cuando perdieron unas elecciones que consideraban ganadas con la gorra.
La última trinchera que han cavado es Melilla, asunto este que gracias al partido conservador ha venido a animar un poco el tedioso ambiente político veraniego. Esta actitud tampoco es nueva, cabe recordar el desvarío estival del año pasado de Dolores de Cospedal acusando al gobierno de escuchas ilegales sin aportar pruebas. Probablemente el problema de los revoltosos melillenses que pretenden bloquear la frontera a santo de no sé que reivindicaciones hubiera pasado casi desapercibido en los medios de comunicación si los del PP se hubiesen quedado tranquilitos en el lugar que les otorga la Constitución: la oposición. Pero ellos han tenido que meter las narices aquí también y crear un grave problema donde no lo había. Empezaron criticando que el Rey actuase de intermediario, posteriormente acusaron al gobierno de dejadez, y por ahora han continuado con unas más que inoportunas visitas a la ciudad, coronadas con el bochornoso espectáculo que ha dado el Señor Aznar. Supongo que los únicos beneficiados de toda esta polémica son los revoltosos marroquies que jamás habrían soñado con la repercusión mediática que está teniendo su absurda reclamación.
Pero esto parece no importarle en absoluto a la derecha española. Ellos van a lo suyo: Aprovechar cualquier circunstancia para erosionar al gobierno. Si lo hicieron con la política antiterrorista, ya no hay obstáculo que se les ponga por medio, les da igual. Su objetivo es alcanzar el gobierno de España, y cualquier medio para lograrlo está justificado.
El medio más eficaz para apagar este fuego es la discreción diplomática, camino que creo ha sido seguido por nuestro Ministerio de Asuntos Exteriores, de hecho el poco tiempo transcurrido les ha dado la razón porque por ahora se han desconvocado los bloqueos previstos. Ya veremos que sucede tras el Ramadán, pero una cosa es segura, si los del PP no continúan echando gasolina a este pequeño fuego, al finalizar el mes sagrado musulmán nadie se acordará del incidente y los revoltosos serán derrotados gracias al arma más poderosa al que pueden enfrentarse: la indiferencia y el olvido.
Esto si que es un sincero apretón de manos
Pero ya puestos en faena me gustaría comentar alguna de las múltiples y disparatadas aristas que presenta la visita del Señor Aznar a Melilla. Son tantas, tan extravagantes e inconexas que me resulta imposible hacer una relación lógica de los acontecimientos, así que optaré por una ennumeración en la que seguro algún aspecto se quedará enredado entre las teclas del ordenador.
- Dice el Señor Rajoy (luego iremos con su papelón en este asunto) que el Señor Aznar tiene derecho como cualquier ciudadano a ir donde le plazca. Pues si y no... ya que el Señor Aznar, tal y como demostró el Señor Rodríguez Zapatero cuando le defendió frente a Hugo Chávez, no es un cidadano cualquiera. Es un expresidente de este país, y como tal tiene una función institucional que no está escrita en ningún documento, pero que resulta evidente en cada una de sus manifestaciones públicas. Y en este caso Aznar no ha ido a Melilla en calidad de ciudadano de a pie, sino como antiguo jefe de nuestro gobierno. Esa representatividad es inherente a su antiguo cargo. Y si hubiese tenido algo de sentido común, al menos habría informado de sus intenciones al Ministerio de Asuntos Exteriores.
- Dice Don José María que él no fue a Melilla a criticar a nadie. ¡Qué cara tan dura!. Su mera presencia ya es una crítica al gobierno español, pero es que tras esa aseveración se lanzó a criticar duramente la política del gobierno de España en esta materia. Es inaudito que un ex presidente se dedique a criticar la política exterior del gobierno de su país de esta manera.
- Otro aspecto a destacar es en qué consistió la polémica visita. Según algunos medios de comunicación en un paseo de 2 minutos por la frontera un par de fotos con la policia y la rueda de prena. Al fin y al cabo esto último era lo importante....Aunque él afirmase (al igual que el ínclito González Pons) que iba a Melilla para apoyar a los melillenses y a las fuerzas de seguridad del Estado. Hipocresía lo llaman en mi pueblo.
- Menudo papelón el de Rajoy, entiendo que envíe a un subalterno vocinglero como González Pons a un asunto de este calado para que remueva los lodos, enturbie las aguas y si es posible eche el lazo a algunos votos populistas. Pero otra vez surge la figura del líder vallisoletano para eclipsar el liderazgo del gallego entre las huestes conservadoras. Da de nuevo la impresión que todo lo que haga Rajoy ha de ser sancionado por el ex presidente del gobierno. Y me da la impresión de que eso no debe ser nada bueno para el equilibrio del aspirante a Presidente del Gobierno
- Tirar la piedra y esconder la mano....el brazo y hasta el culo, parece haberse convertido en una actitud frecuente en las filas populares. Y es que esto aplicado en concreto al caso que nos ocupa viene a decir, que entre todos los disparates que han salido de bocas de los dirigentes populares, no ha habido (o al menos yo no las he escuchado) ni una sóla propuesta razonable sobre alternativas a seguir en esta absurda y artificial crisis. Porque claro, exigir políticas activas, decididas y eficaces no me parece una propuesta nada concreta. Denunciar por inactividad a un gobierno, que por el camino que sea ha logrado que los bloqueos por ahora se desconvoquen, no me parece acertado; y calificarlo de inepto y pasota está totalmente fuera de lugar. En fin, que criticar es muy sencillo (especialmente si se tiene muy dura la cara), pero ofrecer alternativas razonables no está al alcance de todo el mundo.
- Hay quien dice que el Señor Aznar ha aprovechado este conflicto para vengarse de una visita que Rodríguez Zapaterto hizo a Rabat siendo jefe de la oposición durante uno de los múltiples conflictos diplomáticos con los marroquíes. Casi prefiero pensar que esta no ha sido su motivación..... Porque de serlo, sería una de las actuaciones más ruines y rastreras que líder político haya realizado jamás, y la lista de necedades entre nuestro políticos es amplia. Sólo me voy a permitir una pregunta retórica ¿es posible que un expresidente del gobierno español se permita poner en tela de juicio la política exterior de su país por una venganza personal? (Ojalá la respuesta sea "no")
- En toda esta lista de despropósitos, echo de menos al ex ministro Trillo, dirigiendo una chusca operación militar al alba y con viento de poniente....¿es esa la mejor manera de solucionar este tipo de problemas?. A lo mejor habría que haber mandado a la Legión para sacar de su error a esos revoltosos marroquíes.
- Alguien le podría recordar al expresidente Aznar unos cuantos sitios que debería visitar para apoyar a sus habitantes, antes que andar luciendo su moreno veraniego ante los micrófonos melillenses. Yo me voy a permitir sugerir unos cuantos:
- Las largas colas del INEM generadas tras la aplicación de esas políticas neoliberales que él tanto defiende (aquí si que podría ser acompañado por el actual Presidente del Gobierno), y que tan fielmente aplicó en su época de Presidente.
- Los hogares de miles de familiares que buscan deseperadamente a sus familiares muertos en la Guerra Civil, y que él ha ayudado a impedir que reciban digna sepultura.
- Las tumbas de los muertos en el accidente del Yak-42. Para confirmar que por fin yace cada uno donde le corresponde.
- A los hogares de las familias de las víctimas del atentado del 11-M, para confirmar de una vez por todas que no fueron ni ETA ni Zapatero quienes acabaron con las vidas de sus seres queridos.
- Y ¿por qué no? Irak. E intentar explicar a los millones de huérfanos, viudos y viudas que ya no hay armas de destrucción masiva en aquellas tierras.
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