VIC

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Vaya, vaya la que se ha liado con la decisión del Ayuntamiento de Vic de incrementar los requisitos legales para el empadronamiento de inmigrantes en su ayuntamiento. Qué tíos, han logrado sacar lo peor de cada casa con una decisión que podría haber pasado perfectamente desapercibida. Seguro que hay otros ejemplos parecidos que no han salido a la luz pública y lo harán en las próximas semanas como el de Torrejón de Ardoz.

Para mi el problema es muy simple, y todo parte de un planteamiento, con el que estoy de acuerdo, del Ministerio de Administraciones Públicas regido por entonces por Mariano Rajoy. Y es que a pesar de las trabas, en España hay un montón de inmigrantes ilegales, que entre otras cosas se ponen malos (a veces de gravedad), tienen hijos, etc. Pues con esta normativa de autorizarles el empadronamiento, se pretende garantizar el acceso al sistema público de sanidad, y a la enseñanza de estas personas que ESTÁN en España, independientemente de su situación legal. Creo que es lo mínimo que se puede ofrecer desde un Estado como el nuestro a quienes no tienen nada. Confundir esto con la regularización de inmigrantes me parece un insulto a la inteligencia, y se está haciendo desde muchos frentes, especialmente desde aquellos más cercanos al PP.

Y claro, para garantizar estos servicios, el Estado debe tener un conocimiento del número y localización, aunque sea aproximado, de la población de inmigrantes ilegales, para de ese modo poder asignar los medios necesarios (al menos esa parece la teoría) para cubrir estos derechos básicos. Y es ahí donde no entiendo muy bien la actitud de los responsables municipales, porque las asignaciones presupuestarias de los ayuntamientos depende del número de personas empadronadas (por eso en tu municipio, tienes algunas ventajas sobre los no empadronados), es decir que se supone que cuantos más empadronados, más dinero llegará al ayuntamiento, a menos que sea más poderosa la siguiente ecuación: A más racismo, más votos (me pongo a temblar sólo con pensarlo).

Pero todo este asunto, ha tenido otros efectos colaterales, quizá de mayor gravedad. En la calle se siente ese ambiente tan populista y demagógico de la ultraderecha que ha llevado a paises como Suiza, Austria, e Italia a votar masivamente a dirigentes fascistas. Aunque es un debate antiguo, estos días se ha avivado desde el PP con claros tintes populistas el argumento del famoso "efecto llamada", se habla con absoluto desdén del "papeles para todos", y todas esas monsergas que lanza la ultraderecha. Pero ¿cómo es posible, si no es desde el más primitivo de los racismos, estar en contra de la regularización de los inmigrantes ilegales?. Ya no voy a emplear argumentos de carácter humanitario, ni de derechos universales ni toda esas cosas de progres, rojos y demás, que allá cada uno con su conciencia. Si es que es por una cuestión puramente práctica. Un trabajador ilegal en este pais cobra un sueldo mísero, y NO cotiza a la Seguridad Social ni paga impuestos, pero si tiene un accidente trabajando o estando de copas irá a un Hospital de la Seguridad Social (no se le manda a su país de origen, ni se le pone de patitas en la frontera. Aún); o si tiene hijos, éstos irán (eso espero) a un colegio público (mucho mejor que educarlos en la calle). Y nunca habrá pagado un euro por todo esto, ya que ese dinero en su mayor parte va al bolsillo del contratador, en muchas ocasiones, abnegado empresario enormemente preocupado por el bienestar común. Esta es una situación actual muy habitual. Pero puede cambiar: Si ese trabajador regulariza su situación, comenzará a cotizar a la Seguridad Social, y a pagar impuestos si procede, desde ese momento está colaborando a llenar las arcas públicas y a pagar entre otros las pensiones de los jubilados del franquismo que pretenden echarlo de España. Y sus necesidades básicas como ir al hospital cuando tenga un accidente, o la educación de sus hijos estarán igual de cubiertas que cuando no tenía papeles. Pero claro, el margen de beneficios empresariales se reduce un poco, y ahí topamos con las peores  iglesias de nuestra piel de toro amigo Sancho, el bolsillo del patrono celtibérico, y ese tufillo racista que imprega buena parte de nuestra sociedad.

Para recalcar esto, esta mañana escuchaba en la COPE (es bueno conocer al enemigo) el testimonio de una oyente muy esclarecedor. Se trataba de una señora muy indignada porque había pagado la consulta de un pediatra privado al hijo de su empleada doméstica rumana porque en el hospital público de Valencia que le correspondía no le querían atender (cosa que me parece muy improbable, aunque tratándose del Reino de Camps....). La naturalidad con la que hablaba de su chica rumana sin papeles me hizo comprender qué desconoce que es ilegal tener contratado a alguien en esas condiciones, aunque como es una situación tan habitual en determinados círculos sociales, pues no lo parece. Y la solución que planteaba, basándose en su caso, era aún más disparatada: incrementar las restricciones de los inmigrantes a trabajar en España y reducir el acceso de los mismos a los derchos comunes...(supongo que si hubiese defendido otra cosa no la habrían sacado en antena). Cuando ante un problema como este, la solución más razonable es legalizar la situación de esa inmigrante. Hay que pagar su Seguridad Social y te lo ahorras en pediatras privados o en zapatos de marca. En fin, pero es lo que hay, que diría el otro.

Creo que con esto claro cual es mi opinión sobre la inmigración, pero el asunto de Vic tiene dos efectos colaterales de los que se ha hablado muy poco en estos días.

  • El problema político: Un ayuntamiento gobernado por una coalición CIU, PSC y ERC suena extraño.  Pero, hasta donde tengo conocimiento, esta coalición gobierna frente a un partido de carácter oscuro y localista porque de ese modo lograron una mayoría absoluta. Sin duda alguna que algunos intereses políticos municipales han alimentado el incendio. No estaría mal que los medios de comunicación investigaran esto. Si tengo tiempo lo intentaré hacer yo mismo.
  • El turismo sanitario. Al cobijo de nuestra legislación en este sentido, han surgido algunos problemas sobre los que no se habla habitualmente, quizá porque afectan a inmigrantes de la CE, blancos y en ocasiones arios procedentes de Reino Unido, Alemania, etc. Para estas personas ponerse una prótesis de cadera en su país resulta muy caro (en ámbito privado puede situarse por encima de los 12.000€), pues no pasa nada, se vienen a España, alquilan un apartamento en la playa y ¡Bang! si aguantan las listas de espera de la Seguridad Social, les ponemos gratis una prótesis. Ellos siguen pagando sus impuestos en su país de origen y aquí sólo se empadronan. Sinceramente esta situación me parece más injusta y preocupante que la del inmigrante indocumentado que se cae de un andamio sin medidas de seguridad. Aquí si que debían tomar cartas en el asunto los ayuntamientos de la costa que son los más perjudicados. Pero njo lo hacen, probablemente porque falta ese carácter tan populista y querido por nuestros políticos de racismo.

Hoy no tengo mucho más tiempo, así que no pondré fotos

 

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This page contains a single entry by CARLOS VE published on January 20, 2010 1:14 PM.

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