Se celebra estos días la cumbre del clima en Copenhague en la que los dirigentes mundiales deberían llegar a un acuerdo para reducir las emisiones de CO 2 a la atmósfera y reducir el impacto del efecto invernadero en nuestro planeta. Y al parecer USA y China han decidido que NO VA A HABER ACUERDO. Y digo yo entonces ¿para que se celebra dicha cumbre?. Incluso aunque luego lleguen a un acuerdo de reducción de las emisiones, luego se lo pasan por el forro....
Yo, que no soy mal pensado, supongo que entre los motivos para celebrar tan disparatadas cumbres no están las fabulosas dietas de los cientos de asistentes. Ni tampoco las lujosas comidas, cenas, desayunos, almuerzos, meriendas y otros banquetes inventados para la ocasión con las que los ecológicos delegados recuperan las fuerzas en tan agotadoras sesiones. Ni por supuesto la oportunidad de alojarse en alguno de los mejores hoteles de la capital danesa y alrededores. Esto no sucede así, si no que se lo pregunten a los asistentes a la reciente cumbre de la FAO en Roma (Cumbre contra el hambre), cuando los hoteles de lujo en la capital italiana se llenaron por completo. Discutir sobre el hambre en el mundo parece que exige un lujoso descanso. Otra duda sobre la que no tengo respuesta, es quien paga estas mascaradas. La última instancia la conozco, los ciudadanos de a pie, a través de nuestros impuestos. Pero lo que desconozco es qué camino sigue ese dinero desde mi declaración de la renta hasta llegar al bolsillo del dueño de un hotel de lujo en Copenhague. No estaría de más que nos lo aclarasen.
También me gustaría hacer algún comentario sobre el asunto del cambio climático: Hay opiniones para todos los gustos, incluso reconocidos científicos expertos en climatología como José María Aznar, o Maríano Rajoy han puesto en tela de juicio el calentamiento global del planeta debido a las emisiones de CO 2. Sus razones tendrán y no seré yo quien contradiga a los expertos.
Pero también daré mi opinión. Independientemente de todo, parece razonable pensar que las medidas que se proponen para reducir las emisiones de CO 2 en el planeta son positivas para todos: Las siguientes cosas parecen buenas para lograr un desarrollo sostenible de la humanidad: Reducir la emisión de sustancias tóxicas a la atmósfera, utilizar fuentes renovables de energía (por cierto estas fuentes pueden lograr que las personas seamos autosuficientes energéticamente lo que provocaría el hundimiento de grandes capitales planetarios), reducir la producción de residuos (basura), reciclar los residuos, reutilizarlos; optimizar nuestro consumo energético, etc etc etc. Parece increible que haya que reunir a un montón de "expertos" en la materia para decidir que todas estas cosas son buenas para el conjunto de la humanidad y que debemos poner los medios necesarios para lograrlas. Cualquier conjunto de niños en edad escolar sería capaz de lograr ponerse de acuerdo en semejantes problemas en cuestión de minutos. Ah, pero se me olvidaba, los escolares se preocupan del bien común y no defienden los intereses de multinacionales, ni sus sueldos dependen de las dietas de comisiones, congresos, reuniones y demás jolgorios. Ahora lo entiendo. Por último, quiero ser optimista. Recuerdo cuando el agujero de ozono, que hubo numerosas cumbres como la de Copenhague y que nadie se ponía de acuerdo sobre la reducción de los CFC y todas aquellas movidas. Parecía imposible frenar el agujero de ozono y que todos íbamos a terminar achicharrados, porque la humanidad se hundiría si dejaba de producir tan tóxicos potingues. Pero como la gente andaba un tanto mosqueada con el tema, empezaron a aparecer anuncios en la tele de desodorantes en spray sin CFC, y claro cuando íbamos al súper todos nos sentíamos muy ecologistas si comprábamos el desodorante sin CFC (recuerdo el sellito de Protege la capa de ozono), De ese modo tan tonto (algo similar pasó con los frigoríficos y resto de emisores de CFC), resolvimos un problema imposible para las mentes pensantes de las cumbres internacionales (no me extrañaría que fuesen los mismos que ahora en Copenhague). Parece que con lo del CO 2 ya empieza a suceder algo parecido en los anuncios de la tele: los coches pugnan por emitir menos CO 2, nos miden en cantidad de árboles la energía que podemos ahorrar, incluso una marca de quesos anuncia a bombo y platillo que para fabricar sus productos no han emitido CO 2 a la atmósfera..... En fin, veremos en que queda esto, pero confío más en la supuesta inteligencia del consumidor que se deja guiar ciegamente por lo que dice la publicidad, que en la de los representantes que viven tan lujosamente gracias a nuestros impuestos y se dedican a defender otro tipo de intereses (será que pagan más) OTRO DÍA MENOS PARA LA TERCERA REPÚBLICA
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